Desde ayer han arreciado los ataques mediáticos y en redes en contra del Comité Ciudadano de Vigilancia y Seguimiento del Proceso de Entrega y Recepción creado por decreto por el gobierno del Yunes Rico.

Y es que los integrantes serán señalados de ser “tapaderas” de un gobierno estatal sobre todo porque ha salido a la luz pública que uno de sus miembros de nombre Luis Palacios Macedo Gutiérrez, recibió un contrato de obra y puede ser apenas la punta de la madeja, en caso de que se busque investigar al resto.

El tema de que trataran de validar la entrega del actual no le gustó nada al próximo ya que es evidente que hay un conflicto político, sobre cuando la transición ha sido todo, menos tersa.

Pero volviendo a los “vigilantes” es un hecho que se les puede venir la noche cuando el nuevo gobierno empiece a imputarle cuestiones a los que ya se van o sea la propia Auditoría Superior de la Federación quien lo haga y no puedan subsanarlas.

Y cuando eso pase los van a desbaratar, se van a ir sobre ellos, pues de hecho ya hay empresarios que aseguran que es ingenuo pensar que los integrantes de este comité ciudadano, no tendrán alguna responsabilidad legal.

Pokar

Las versiones del próximo que va a administrar las “ruinas” del partido rojo siguen corriendo todos los días tanto en esta zona metropolitana como en la “capirucha” veracruzana.

En este momento parece que hay un pokar que se ha apuntado y que por supuesto trae sus propio grupo atrás para presionar en el Altiplano la próxima nominación del líder priista.

Es así que el diputado Héctor Yunes trae en mente colocar al legislador local electo Jorge Moreno, mientras que el grupo del puerto mueve al edil rojo  Marlon Ramírez, quien por cierto es un auténtico simulador ya que es aliado de los Yunes azules.

El equipo de Pepe Yunes busca seguir con el control y heredar el cargo a Toño Benítez Lucho y por la “libre” se mueve el “vaquero cañero” Juan Carlos Molina que anda desatado recorriendo el estado y con una campaña mediática adelantada. Hagan sus apuestas.

¿Quién es peor?

“Sigue la mata dando”, dice un refrán mexicano muy popular y después de escuchar las declaraciones del gobernador en turno a poco más de 60 días de que deje el cargo, le cae como “anillo al dedo” pues intensifica su campaña contra su sucesor Duarte de Ochoa.

Durante la campaña para buscar la gubernatura Yunes Linares basó su discurso en achacar de todos los males del estado al gobernador en ese entonces, el priísta Javier Duarte, estrategia que le dio resultado sin duda pues el resultado electoral fue a favor de su partido, el PAN, pero al llegar al cargo añorado, por que en su carrera priísta también anheló llegar y se le truncó el deseo, se dio cuenta que aquella promesa de que terminaría en seis meses con la inseguridad, que habría más empleos y un mejor manejo económico no se cumpliría.

Sus dos años los invirtió en seguir “echándole más sal a la herida” y se dedicó más que a gobernar a seguir de investigador e inquisidor de quien ya estaba en la cárcel, buscando así repetir la estrategia para su proyecto familiar y perpetuarse en el poder con el triunfo, fallido, de su primogénito.

Pues bien ¿Como entender ahora que ya no hay proyecto familiar inmediato en el gobierno y que faltando casi dos meses para que deje su bienio, continúe haciendo señalamientos contra un exgobernador que ya está tras las rejas?.

Para hacer cumplir la ley y seguir las investigaciones que se tengan que hacer hay instancias correspondientes, hablando del caso Duarte, pero pareciera que lo que se busca es crear una percepción en la ciudadanía de que el gobierno de Yunes fue “menos peor” que el de Duarte, aunque se podrían enumerar una serie de similitudes, pero todo indica qué hay una obsesión por decir “él fue peor que yo” y tratar de pasar a la historia como el “gobernador justiciero”.