Debe estar preparado el próximo secretario de Finanzas del nuevo gobierno de Veracruz para la abultada y creciente deuda pública que le va a dejar la administración de Yunes Linares, que va asfixiar tanto al estado como a la gran  mayoría de los  municipios.

El erario estatal carga con un débito voluminoso, cuyo elevado pago de intereses tiene que salir de los vacíos bolsillos de los contribuyentes veracruzanos. Es una constante la miseria que invade los hogares de la abandonada clase campesina y la desempleada fuerza obrera.

No hay municipio en el estado que la situación económica no siga empeorando. Si se considera el endeudamiento por habitante es una cifra que alarma.

Cuitláhuac García está comprometido a presionar y vigilar con la debida anticipación a los que se van cargados,  para que las cuentas sean transparentes y para ello requiere un equipo de auditores especializados en estas actividades mañosas de los políticos. Los que saben como maquillan las cifras y ocultan los desvíos son precisamente los priistas y panistas. La gente de Morena no tiene esa desaseada experiencia y requiere en esta ocasión precisamente a sus tradicionales enemigos políticos, muchos de ellos que están resentidos por la nefasta actitud asumida por el gobierno panista y la convincente capacidad de Yunes Linares de fabricar adversarios.

Se escribe el fin del PRI

Dentro de las versiones que circulan sobre la extinción del PRI es la desaparición de los colores patrios para poner fin el uso faccioso y populista de la bandera mexicana. Ya el presidente Peña Nieto quiere quitarle el nombre.

Ya presentó la diputada Ana Gabriela Guevara una iniciativa para reformar el artículo 73 que prohíben el uso del escudo, bandera y el himno nacional en cualquier emblema o círculos de los partidos políticos.

Desde su creación en 1946, el viejo partido del estado ha estado abusando de los colores y símbolos de la patria para usos electorales. Es una propuesta bastante lógica, pero hay que esperar la reacción de los priistas de hueso colorado.

Uniforman a los periodistas

No se esperaron a que se registre el cambio de gobierno de Veracruz, parecieran uniformados los columnistas del medio que se identifica y que son sufragados por el gobernador Yunes Linares,  al criticar no las designaciones, sino lo que califican ellos como imposiciones, en la nueva administración de los funcionarios de la administración de Cuitláhuac García. En esta guerra sucia figuran por lo regular los mismos protagonistas.

Es una “madrina” periodística de todos los días y hacen conciencia entre quienes los leen y desconocen el fondo.

En el quehacer político mezclado con el oficio periodístico no hay coincidencias es la misma fuente la que los genera y la que apoquina. Es una costosa tarea económica de hacer compromisos con quien deja el poder, ya los acostumbró a estos comunicadores a tener este ingreso de manera indispensable.

Por otro lado, aprovecha el año de Hidalgo para dejar las arcas estatales vacías.