Existía la sospecha de algo singular existía entre el exdiputado federal Tarek Abdala extesorero de Finanzas del estado y la señora Karime Macías, que ahora se hace notar por el coraje que muestra el exgobernador Javier Duarte de Ochoa en una carta enviada al periodista Ciro Gómez. Allí califica al amigo de su esposa como “un delincuente confeso, quien en su calidad de testigo protegido es una persona irrelevante, que anda como si nada hubiera pasado, no tiene él ninguna consecuencia legal, ni está sujeto a ningún proceso penal y por lo tanto no son merecedores a ningún castigo, ellos cumplieron ¿(Karime y Tarek)? con su función de ser el instrumento para armar este show mediático y detener a un exgobernador de Veracruz, que eso si vende a los medios de comunicación, ellos han sido premiados con la impunidad de los delitos que cometieron”.

Hay ciertos aspectos en las emociones de los individuos como Duarte que no se pueden ocultar, como el caso de la íntima relación entre Tarek y Karime. Lo más difícil de esconder es el dinero y el amor.

No hay ética en la información

No está bien, que en los medios informativos independientes exista una total falta de respeto al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares. Por razones éticas de un periodismo profesional es necesario guardar ciertas formas sobre la figura política de gran importancia que representa el ejecutivo estatal de la entidad.

En la reunión que hubo en Xalapa no se midieron acusando al gobernador de ser un hampón y que debería estar en la cárcel, además le advirtieron que le van a decomisar sus multimillonarias propiedades en el extranjero y en el país.

Si bien es sabido que una popular estación de radio y un medio impreso son los únicos aliados, que aún conserva el gobernante veracruzano en el puerto de Veracruz, conociendo la naturaleza de estos comunicadores así como de sus columnistas y conductores, donde la única fórmula mágica es el dinero, muy pronto se convertirán en los peores y más acérrimos enemigos no sólo del gobernador, sino también a miembros de su familia que aspiraban a sucederlo.

¿Qué va a pasar con el PRI?

La gran interrogante en el estado de Veracruz es que va a pasar con el PRI, que obtuvo los peores resultados de la historia en las pasadas elecciones.

Siguió imperando la nefasta sombra de la escandalosa corrupción del gobierno del exgobernador Javier Duarte de Ochoa. Una ominosa historia que se extendió a la familia Macías, quienes cuentan con órdenes de aprehensión, así como a la totalidad de los funcionarios estatales de esa administración priista, donde unos están en la cárcel y otros se encuentran en plena huida.

Se requiere el surgimiento de un nuevo líder estatal que no se vislumbra.

El diagnóstico de un PRI callado se lo acreditan también al gobierno de Peña Nieto y sus fallidas reformas, que a nadie beneficiaron. También le atribuyen los elevados costos de la canasta básica y de la gasolina.