Era una tradición política que el gobernador de Veracruz en funciones era prácticamente intocable en los medios y por lo general lo cuidaban y hasta ciertos impresos locales les dedicaban casi diario las ocho columnas en reconocimientos y elogios que no se merecían.

Se notaba que esas adulteradas notas eran sufragadas con recursos públicos. Los columnistas políticos fingían y guardaban su posición de acatamiento a los intereses económicos de los propietarios. Quienes en la mayoría de los casos no son periodistas profesionales.

En el caso del gobernador panista Miguel Ángel Yunes Linares, desde un principio de su corta administración fue objeto de fuertes y severas críticas de algunos medios independientes.

Casi ningún funcionario priista de las anteriores administraciones se atrevía hacer el uso de la libertad de expresión, acostumbrados a la sumisión hacia quien ejerce el poder. Es una costumbre arraigada de la clase política.

El primero que respondió a ese natural temor al gobernante en funciones fue el coordinador nacional de Morena, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, también el entonces candidato a la gubernatura, Cuitláhuac García, sacó la casta y no se quedaba callado ante los atropellos que cometía el gobierno panista.

El futuro secretario de Gobierno, Erick Patrocinio Cisneros se ha convertido en el opositor más enjundioso de Yunes Linares y le advierte que lo llevará a juicio político con el apoyo del Congreso local por querer agandallarse propiedades que le pertenecen al pueblo. Es sólida y fundamentada su crítica al reprochable aumento a última hora de impuestos al exprimir hasta el final a los veracruzanos.

El mito de que el gobernante veracruzano era intocable se esfumó en el caso del actual ejecutivo estatal. Existe gran diferencia con la actitud caballerosa de Fernando Gutiérrez Barrios, quien al igual que el expriista de Soledad de Doblado solo estuvo en el gobierno el corto período de dos años. Con la distinción que al primero, el hombre leyenda, al salir asume la influyente Secretaría de Gobernación y el segundo, la soledad del retiro de la vida pública.

Todo lo que se le viene

Fue el primer aviso al gobierno de Yunes Linares la toma del Congreso local por los diputados de Morena. Desde un principio ya no le permitirán las acciones que planeaba para agandallarse propiedades del pueblo veracruzano y estaba confiado que los dóciles diputados panistas podrían seguir permitiendo todo tipo de arbitrariedades a las que había acostumbrado desde que tomó el poder.

Es el final de un gobierno que pasará a la historia por haber acumulado el mayor número de enemigos políticos, empresarios y a todo un noble pueblo que había creído en sus promesas de campaña. Ciudadanos a los que había engañado con una nueva época de tranquilidad y seguridad.

Lo ocurrido en la Cámara de Diputados locales donde tiene mayoría la oposición a su arbitrario gobierno, le complicará su huida por la puerta de atrás. Aquello de amor y paz de López Obrador no opera con su peor enemigo político. El perdón y olvido tampoco funciona cuando existieron ofensas personales.