Uno de los grandes pendientes de quienes han gobernado Veracruz, es la atención a las víctimas del delito, que les permita un legítimo desarrollo. Fue la administración de Miguel Ángel Yunes quien atendiendo lo establecido en la Ley de Víctimas para el Estado creó la Comisión Estatal de Victimas de la cual no ha emanado una sola acción que muestre ha valido la pena el engrosamiento de la burocracia en la entidad.

Durante el gobierno de Linares, la Comisión brilló por su ausencia, sumisa y arrodillada, escudó su inacción al referir la falta de recursos en el Fondo Estatal de Atención a Víctimas que evitó que miles de veracruzanas y veracruzanos recibirán su reparación del daño y ni siquiera hablamos de integralidad, sino de una acción básica y económica.

A la inacción de ésta Comisión se suma también, la indiferencia de la Comisión Estatal de Derechos Humanos quien tampoco ha considerado los abusos de autoridad que al amparo del poder han cometido mandos de la Policía Estatal y Fiscalía General, negándoles en todo momento la debida atención a quienes sufren los efectos de la inseguridad.

Precisamente, hace apenas algunas horas, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) recomendó al gobernador Cuitláhuac García Jiménez, indemnizar a dos personas que fueron agredidos por personal de la Secretaría de Seguridad Pública, que en ese momento presidía Arturo Bermúdez Zurita y que en ningún momento atendió ní la comisión estatal de víctimas, ni de derechos humanos.

Ante la inobservancia del gobierno del panista, ahora Cuitláhuac –como ocurrirá en muchos casos más-  tendrá que asumir la responsabilidad por los hechos ocurridos en 2014, durante la administración de Javier Duarte y seguramente otros hechos saldrán a la luz, cometidos durante el gobierno de Yunes Linares. Lo cierto es que, éste tipo de acciones se veían venir y así, en cascada muchos casos más que las pasadas administraciones dejaron pasar y tarde o temprano rebotaran en el actual gobierno morenista.

El pretexto permanente de la administración de Yunes Linares fue la falta de recursos públicos y la Comisión Estatal de Atención a Víctimas se escudó siempre en ello; lo cual mostró en todo momento que la instalación de la comisión, se trató solo de una simulación que aparentó interés por atender el reclamo social.

Sin duda la gris Comisión Estatal de Victimas fue también omisa y cómplice, pues si bien es cierto dijo no contar con recursos debió denunciarlo y exigir el cumplimiento pues su labor es precisamente atender a ese sector de la población que pareciera olvidado por las autoridades; así es que deberían de preguntarse sí su continuidad aporta algo para el pleno desarrollo de quienes directa o indirectamente han sufrido algún tipo de agresión.

Son las víctimas, otro sector de la población rezagado al que políticos como Duarte y Yunes solo les ha servido como discurso político que permita sensibilizar a la población, pero que en ningún momento les ha significado una prioridad. ¡así las cosas en nuestra entidad, tengan ustedes un excelente jueves queridos lectores; nos leemos el viernes!

@magzamu