Una madre desesperada increpó al secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos en el evento que presidía en la ciudad de Coatzacoalcos denominado “Unidos para la construcción de la paz en el estado de Veracruz”, refiriendo que su hijo lleva 20 días desaparecido y la Fiscalía General no ha hecho nada para apoyarle con las investigaciones.

Proveniente de Minatitlán, expuso, es ella quien se encarga –por propia cuenta- de indagar y ahondar en algunas pistas que la pudieran llevar al paradero de su primogénito, pues en la oficina de Jorge Winckler, comentó, no hay indicios de que, estén cumpliendo con su obligación.

La madre pidió al encargado de la política interna del estado que le ayude para que su caso sea atraído por la Procuraduría General de la República ante la omisión de la Fiscalía General y el funcionario le dijo vería que hacer al respecto.

Evidentemente este no es el único caso, ni es un tema reciente, son muchas las denuncias públicas respecto a situaciones similares que recaen en la irresponsabilidad, omisión, incapacidad y demás adjetivos que se podrían asignar a la inacción del Fiscal.

Sin duda Winckler sabe que, se está convirtiendo en la pieza clave para denostar el desempeño del actual gobierno y así parece gozar al incumplir con sus funciones; desde el 01 de diciembre el abogado yunista se sabe cómo nunca antes libre, auténticamente autónomo y así ahora se encuentra embriagado de poder, pues ya nadie más le dicta órdenes, ahora sí es él, quien decide en “su fortaleza”.

Atrás de él seguramente existe más de un personaje que le dice que debe esperar y no retirarse, que su papel será estratégico para el futuro y es que se dice, es aquí donde el exmandatario ha encontrado el lugar idóneo para desestabilizar el gobierno de Cuitláhuac García, quien ahora pareciera atado de manos en cuanto a las acciones del Fiscal.

Cierto es también que, ante ese escenario adverso, al gobierno en turno no le queda de otra que emprender acciones contundentes y determinantes, pues sí hay algo que le tiene sin cuidado a Jorge Winckler Ortiz es la crítica de la sociedad civil en general y de los medios de comunicación; basta recordar el pasado reciente, cuando el funcionario se dio a la tarea de bloquear a periodistas en sus redes sociales.

A ello se suman, las acusaciones que lanzó en contra de colectivos, mostrando así su insensibilidad y revictimizando a miles de familias. Las formas y el respeto a los derechos humanos no es algo que le ocupe ni le preocupe al Fiscal General, quien por ahora parece ya haberle tomado el gusto a empeñarse como Fiscal en el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez.

Sin duda, única y exclusivamente, el repudio social asentado en denuncias formales en contra del funcionario por incumplimiento de un deber legal, abuso de autoridad y demás ilícitos podrían poner inquieto a Winckler y así este optar por su salida, porque los decires no le hacen ni cosquillas al abogado de la familia Yunes.

¡Así las cosas en nuestro Veracruz queridos amigos, tengan ustedes un excelente inicio de año, ya es jueves; nos leemos mañana!