El compositor de música norteña, Pedro Yerena, cuando se inspiró en la canción popular “Lámpara sin luz”, pareciera que estaba retratando al mismísimo alcalde “Xochimilca” de Xalapa.

Mire usted como arranca el éxito interpretado por la paisana, Francisca Viveros Barradas, más conocida como “Paquita la del Barrio”:

“Eres, una brújula sin rumbo

Un reloj sin manecillas

Una biblia sin Jesús,

Calles, las conoces metro a metro

Y bajo este pavimento

Tienes la tumba y la cruz”.

“Eres, una lámpara sin luz”.

Pero no hay mal que dure cuatro años, ni sociedad que los resista.

Ante la documentada incapacidad “política” de Hipólito Rodríguez Herrero, hay infinidad de corrientes de la sociedad que exigen un alto a la inhabilidad manifiesta del alcalde.

Los graves problemas de inseguridad, bacheo, ambulantes, colonos, basura, escasez de agua y carencia de luz en la vía pública, son el pan nuestro de cada día.

Asaltos, robos, secuestros y un alto índice de homicidios, un día sí y otro también.

De ciudad cultural, de la Atenas Veracruzana, a ciudad del miedo.

Los jóvenes conviven para mayor seguridad en sus casas y evitan salir de noche a los antros.

Muchos padres de familia instruyen a sus hijos tener mucho cuidado al abordar un taxi.

El colmo: el munícipe dejó de pagar a elementos de la policía municipal que se capacitan en la Academia de “El Lencero”.

Pero el alcalde “Xochimilca” se lavó las manos y responsabilizó al director de Seguridad Ciudadana, Julio César Sánchez Amaya, de no supervisar una adecuada capacitación.

Y tuve que darle las gracias, se congratuló.

El ex funcionario lo contradice cuando afirma que tuvo que abandonar el barco por no tener el respaldo del alcalde, quien está más preocupado por otras minucias.

Lo más preocupante es que el presidente no acepta ayuda, porque se siente “sobrado” para el cargo y quiere demostrarlo, a pesar de las reiteradas muestras de sus torpezas.

En tanto, la inseguridad campea por toda la localidad.

Xalapa debería tener su propia policía, pero es el momento que no han logrado capacitar a sus agentes en su totalidad.

Ahora, el Cabildo propone la formación de la Policía Metropolitana e incrementar la capacidad financiera para dotar de más recursos a la corporación.

Y la inseguridad crece en pleno centro y plazas comerciales, a la luz del día.

De ciudad cultural, a ciudad del miedo.

Pero eso sí, el señor “Xochimilca” se empecina en construir un Centro de Ecotecnia, porque, afirma, será una obra “bondadosa”, a pesar del rechazo de los vecinos.

Tan encaprichado está con su caritativa obra, que pasará por encima del clamor ciudadano de los vecinos de Los Pinos, para cumplir con su obsesión.

Nuestra Xalapa va que vuela para convertirse en otro Coatzacoalcos, localidad considerada una de las más violentas del mundo.

Fue sin duda una ciudad modelo.

Arte y cultura de la mano resplandecieron.

Hoy, se ha rezagado por culpa del “académico” berrinchudo que sigue trepado en su macho como Gabino Barrera.

Hasta una desorientada diputada local se atrevió a proponer, entre sus locuras, instaurar “un toque de queda” para evitar que las mujeres sean agredidas por los malosos. Por supuesto, la “señora gestora” recibió la rechifla nacional ante la magnitud de su ocurrencia.

Sin embargo, hay que puntualizar que la violencia de género está en su pico más alto y tiene focos rojos en Veracruz. Somos de los tres estados que padecen este flagelo.

Las mujeres víctimas de homicidio doloso han crecido enormemente, y cuando no se ejecutan órdenes de aprehensión, es un claro mensaje de un estado débil, apático e insensible.

Para agravar la situación, ante la ausencia de liderazgo, las deserciones en el ayuntamiento se han incrementado. A la incapacidad hay que sumar esa soberbia enfermiza y crónica.

No cabe duda: la improvisación, la incongruencia y la vanidad, no son buenos consejeros.

Si no sabe, que se deje asesorar.

Más vale temprano que tarde.

Lo básico es trabajar en un ambiente de concordia, seguridad y paz, en beneficio de la sociedad que ya no soporta a políticos cretinos.

Una cosa es no hacer obras por falta de recursos y otra, distinta, es tener el capital y no resolver el problema urbano, simplemente por ignorancia.

Otro colmo: tuvo que regresar 16 millones de pesos a la federación por no ejercerlos, lo que técnicamente se conoce como subejercicio.

Con este desgobierno nos acercamos más a lo primitivo y nos alejamos de lo más civilizado y racional.

Hipólito, es un maniquí de MORENA, que pasará a la historia como una lámpara sin luz.