Después de un buen tiempo reapareció el exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares en la ciudad de México, donde se ha refugiado, se presentó ante los medios para reafirmar su campaña para lograr la extradición de la señora Karime Macías, la esposa del recluso capitalino Javier Duarte de Ochoa.

No obstante que ya no es funcionario, continúa su afán persecutorio en contra de su odiado antecesor en la gubernatura, como clara muestra que su venganza política es personal.

El exgobernante choleño sigue investigando y afirma muy seguro con quien se reúne en Londres, la hija de Tony Macías, es con Moisés Manzur.

Rebate como un experto sobre sus estancias en paraísos extranjeros… que las cifras que se manejan sobre el pago de la renta del departamento, las colegiaturas y gastos son muy diferentes, a lo manifestado por Javier Duarte.

También puso al descubierto al exsecretario de Finanzas Tarek Abdala, como su principal informante, el exdiputado federal por Cosamaloapan, actúa como si fuera un testigo protegido de los narcos.

Revela el exdiputado federal con tal que no sea detenido y acusado como cómplice del brutal desfalco económico que tuvo el gobierno de Veracruz en las pasadas tres administraciones.

El complejo policiaco de Miguel Ángel se hace evidente, al apuntar que el gabinete anterior a su administración, es un grupo de ladrones y como prueba, las denuncias de la Auditoría Superior de la Federación.

De esta manera muestra que está más que pendiente de los expedientes que existen en su contra, sobre todo ahora que el gobierno de López Obrador autorizó la reapertura de las acusaciones que se mantenían guardadas en el antiguo Cisen.

La orden presidencial se remonta hasta el año de 1985, cuando la Dirección Federal de Seguridad era la encargada de darle curso a las tropelías de los funcionarios públicos.

Todo lo contrario, en este caso de Yunes Linares en particular, a la máxima del que nada debe… nada teme.

Nuevos partidos políticos en Veracruz

El médico Elías Miguel Moreno Brizuela no descansa en la construcción de su nuevo partido político que busca su registro bajo el nombre de Frente de la Cuarta Transformación.

Su relación con el presidente López Obrador y la estrecha amistad con el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, lo colocan dentro del panorama de la próxima gubernatura de la izquierda veracruzana.

Tiene una extensa carrera política como legislador y secretario de Protección Civil en el gobierno de la Ciudad de México. Paradójicamente en sus años de estudiante en la Universidad Veracruzana, era compañero de cuarto de Miguel Yunes Linares.

Pareciera una fiebre de la clase política local por la creación de partidos políticos que iniciara Dante Delgado Rannauro con Convergencia, ahora convertida en Movimiento Ciudadano.

También el exlegislador Héctor Yunes Landa quiere incursionar en la misma compleja tarea partidista, al igual que el inquieto e incansable de Francisco Garrido.

Les asiste la razón porque en Veracruz han vivido las amargas experiencias de tantos años del Partido Revolucionario Institucional, al que le quieren cambiar el nombre, el declarado fascismo de la derecha del PAN y la traición de principios e ideologías del Partido dela Revolución Democrática que crearan el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo.