Seis personas que fueron linchados y después quemados en vida. Fue un  asesinato violento y no hay un solo detenido. Esto ocurrió en el Estado de Veracruz, donde la justicia no existe.

Se permite y tienen permiso para matar y no hay ningún riesgo, si esto ocurre, siempre y cuando sea dentro de la entidad.

Entre los seis ejecutados había dos menores de edad. Han pasado varios días y no hay ninguna autoridad o cuerpo de seguridad que se haya hecho presente en el lugar de los hechos.

El estado de Derecho desapareció en Veracruz.

Los criminales actuaron con dolo y alevosía frente a todo un pueblo. Fueron sacados de la cárcel donde estaban detenidos y no hubo nadie que evitara a plena luz del día este multiasesinato a mansalva.

El derecho que tiene todo ser humano a ser juzgado y la presunción de inocencia que apuntan nuestras leyes  fueron  totalmente violadas. En México no existe la pena de muerte y solo en Veracruz se aplica de la peor manera.

Ni en la época de los aztecas o durante los negros antecedentes de los tiempos de la inquisición esto llegaba a ocurrir.

No solamente participa el crimen organizado y los cárteles de la droga en el permanente baño de sangre que sufren los veracruzanos, sino también personas protegidas por un pueblo quienes pueden matar y quemar a sus víctimas.

No solamente los malos sino también los supuestamente buenos, pueden cometer crímenes de la peor naturaleza.

Hasta el gobernador Cuitláhuac García fue al mismo pueblo de bárbaros y no hizo ninguna condena a ese reprobable acto. Tuvo detalles de complacencia con las autoridades del lugar. ¡Por favor! Quien no castiga el mal… ordena que se haga.

Que se sepa no existe ninguna denuncia.

Jamás ha existido un documento jurídico, por justo que fuese, que haya impedido que se cometa un crimen. Demorar la justicia es injusticia.

Qué queda cuando se ha perdido el honor.

No se concibe que se pueda vivir en un lugar donde no hay leyes.

En cualquier otro país en vías de desarrollo se les habría obligado a presentar su renuncia y ser juzgados, es lo menos que se podría esperar.

Las perversas especulaciones

Al darse a conocer los audios entre  la torre de control del aeropuerto de Puebla y el piloto responsable del helicóptero en donde viajaban la gobernadora Martha Erika Alonso y su esposo, el senador panista Rafael Moreno Valle.

El aparato accidentado no despegó del helipuerto “Triángulo de las Ánimas” sino del jardín de la residencia del empresario José Chedraui. Familiar de los almacenes y tiendas Chedraui.

Nadie se explica los motivos por los que mintió el capitán de la nave aérea de ocultar que descendió en una casa para recoger a sus pasajeros el día de Navidad.

Todas las perversas especulaciones de los líderes nacionales del PAN y destacados políticos de Veracruz opuestos a Morena se han venido abajo.

Lo más grave es querer capitalizar la muerte de unas personas con fines políticos-electorales, conscientes que tienen perdidas las próximas elecciones en aquella entidad. Cómo justifican que ganaron los comicios y a unas cuantas semanas después, los poblanos cambiaron de parecer y no apoyan a sus candidatos.