martes, 28 de mayo del 2024
 
Por Cecilio García Cruz
Columna: Jesús te ampare
¡Las 2 mil 400 horas de Cisneros!
2019-03-14 | 08:14:07

Ya Chale con los 100 días de AMLO.


Son pocos para juzgarlo.


Sin embargo, podemos deslizar que ha sido un lapso de contrastes: lucha intensa contra la corrupción, incidencia delictiva, certeza de honestidad, altos índices de aprobación, incertidumbre financiera y un caprichoso estilo de gobernar, entre otros.


Sus mensajes son señales subliminales para favorecer la causa de su régimen.


Mejor comentemos las 2 mil 400 horas (100 días) de tropiezos de un “personajito” que dejó en Baja California Sur (BCS), un mal sabor de boca y una estela inmensa de corrupción.


En efecto, sus detractores sostienen que la Auditoría Superior de la Federación, le fincó, en tiempo y forma, responsabilidades al encontrar desvíos de recursos en su desempeño como tesorero del municipio de Comondú.


El regordete, de tez morena y baja estatura, se refugió astutamente en un partido político que hoy lo tiene entronizado en una de las entidades más importantes del país.


Con el correr de los días “sacó el cobre”: nulo oficio político, insensatez, imprudencia y protagónico.


En las 2 mil 400 horas que van de la administración morenista, Eric Cisneros, se aferra, contra viento y marea, al cargo de secretario de Gobierno.


Sabe que, si suelta la rienda de su investidura, los “sueños guajiros” de su jefa para estar en la sucesión gubernamental, se desvanecen, quedan al garete.


Se esfumaría también su “loca obsesión” de desplazar, aunque sea temporal, a su jefe nominal.


Pero, el número 2 está “en la mira” del 1, porque conoce su deslealtad e innumerables pifias cometidas.


Ya rebasó las 2 mil 400 horas como titular de la política interna, gracias a la chifladura de su jefa directa, Rocío Nahle, secretaria de Energía, una de las funcionarias más cuestionadas de la 4T.


Y, Eric, pese a su insensibilidad, sigue moviéndose torpemente.


Sus “buenos oficios” no producen los efectos esperados, provocando desánimo, angustia y gran malestar de la sociedad veracruzana.


El traspiés más sonado de un amargo fracaso gubernamental, fue el “relleno sanitario” de Chinameca, que Cisneros “negoció” para dejar en ridículo al mandatario veracruzano.


García Jiménez tuvo que aguantar el reclamo y rechifla de una población enardecida que se opuso a ser el basurero del sur de Veracruz.


Por otro lado, Eric Patrocinio Cisneros Burgos se ha hecho “ojo de hormiga” frente al nepotismo que pulula en la administración estatal y que no deja de ser una práctica corrupta.


Es decir, no ha hecho su tarea con eficiencia. Juega para complacer y seguir, aunque “colgado de alfileres”, en la ruleta muy adelantada de la sucesión.


Su proclividad al protagonismo, lo llevó a un enfrentamiento personal con el fiscal Jorge Winckler, a quien sentenció que sería removido de su cargo en forma pública.


“Me canso ganso” que se va, sentenció en aquella ocasión. Pero el hijo putativo de Yunes Linares, prevalece, pese a la investida de los enviados del Señor de la Paz.


Fueron numerosas las declaraciones de Eric en contra del abogado de la familia poderosa del Estero. Hoy lo responsabiliza de la nula aplicación de la justicia.


Quedó demostrado un desastroso manejo político, donde el uso discrecional de recursos millonarios y hasta amenazas, no funcionaron para lograr el objetivo.


Por otra parte, hay quejas de muchos alcaldes por la forma despótica en que son tratados.


Y una muestra del desprecio a las reglas políticas fue la “oferta” que lanzó a 72 presidentes municipales para “negociar” la deuda que se tenía con los ayuntamientos.


A pesar de una sentencia de la Suprema Corte que obliga al gobierno del Estado a liquidar en su totalidad la deuda, intentó “negociar” a su estilo para“sacar raja” del asunto.


 


Pero, lo más preocupante de Eric Cisneros, son sus constantes ausencias de su oficina.


Cuando no está al lado del gobernador para la foto, ya se “tomó” el fin de semana para hacer “trabajo” turístico en su añorada Baja California Sur.


Además, las malas lenguas aseguran que antes de reportarse con el mandatario, lo hace primero con Rocío Nahle. A ella le debe todo lo que es y lo que disfruta de su investidura.


Así, ‘Bola 8’, como se le moteja al secretario de Gobierno, no sólo le incumple al mandatario estatal, sino que su protagonismo lo lleva por un camino sin rumbo, peligroso e inevitable: su obligada renuncia.


Sin embargo, el personaje confía en que Cuitláhuac jamás dará un paso en ese sentido porque, asegura, lo tiene “comiendo de su mano”.


De buena fuente sé que Don Cuitláhuac cuando se encorajina, se transforma.


¿Será?

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