Veracruz vive un estado de compas y espera. ¿Cómo que algo va a ocurrir que nadie se imagina en breve tiempo? Se manejan diversas sorprendentes especulaciones. Pareciera que la clase política tuviera una bola de cristal y vaticina grandes cambios.

Al parecer la primavera alborota la mente y se agilizan las neuronas. Todo  se relaciona con la inminente llegada del presidente Andrés Manuel López Obrador a la inauguración del nuevo puerto de Veracruz. Sería la tercera visita a la entidad.

Lamentablemente el puerto jarocho y la zona conurbada tiene el sello yunista quien el ejecutivo estatal anterior de manera personal ofendiera al mandatario durante su campaña.

Es natural que los funcionarios estatales del presente y el pasado se encuentren nerviosos. De algo que deben tener presente los veracruzanos es la increíble memoria y retentiva del Presidente de México.

El aspecto económico es inquietante y la paciencia de los empresarios y del pueblo común y corriente llega a su clímax de tanto aguardar.

La paciencia tiene más poder que fuerza. Cuando se puede atreverse a todo.

El mejor fuego no es el que enciende rápido.

Quien fue el autor intelectual del crimen de Colosio

Todo México sabe quien fue el autor intelectual del asesinato del candidato presidencial, Luis Donaldo Colosio. Crimen nunca esclarecido y siempre encubierto por altos funcionarios federales del PRI.

El magnicidio permanece sin culpables y con estos nuevos tiempos de la izquierda en el gobierno no se puede consentir y alguien debe hacerse cargo que haya justicia sin importar el tiempo transcurrido.

El falso orgullo de ser guarura

Uno de los periodistas más completos para describir la realidad mexicana fue Carlos Monsiváis, una de las inteligencias más grandes del país produce la mejor narrativa sobre lo que es guarura, el personal que acompaña a los funcionarios. Una historia sobre un ser humano que encontró la forma de vivir de esa manera.

Fue pistolero, fue guardaespaldas, fue hombre de confianza, hoy es, con la sencillez de un vocablo tarasco, un guarura, el escudo permanente de los políticos y la gente don dinero de cualquier nivel.

El guarura oye a su jefe sin necesidad de escucharlo. Si al jefe se le ofende peor que si difamaran  a su madre. Es su patrón y punto. “A un hombre como usted nadie la falta el respeto. Y que no pidan diálogo, que se rindan. No pidan nada…”

Estas personas entran porque no tienen trabajo, para no estar sin empleo y así son las cosas. Cuando se acercan su jefe a molestar a su patrón, son hijos de la chingada, que sabe que jefe es bueno… no lo van a convencer con su gritos y sus insolencias.

El guarura cumple con su deber. Y eso se dice fácil, pero ellos no les fallan a sus jefes y que no le pidan cuenta del resto de sus acciones.

Es un nuevo oficio que no existía en el pasado, son personas que según el humor de sus jefes, es su estado de ánimo.

De lo único que si dominan es como reprimir y de fea manera.