Los escenarios inéditos nacionales, insospechados y preocupantes para unos y otros, conducen hacia la firma urgente de un Pacto de Unidad y Pacificación Nacional, entre todos los sectores de la población desde la sociedad civil, empresarios,  sindicatos, iglesias y todas las cúpulas de poder en este país, incluidos los partidos políticos, para que el gobierno federal pueda iniciar una nueva etapa para la reconstrucción del tejido social, pero sobre todo se coadyuve a la gobernabilidad.

Los grupos de poder establecidos y que por décadas no han querido dejar de vivir del presupuesto público, se han mostrado además de ambiciosos, muy mezquinos con el triunfo electoral de Morena, para llevar a la presidencia a Andrés Manuel López Obrador y por ende los factores que se dan con triunfos electorales en el Congreso  Federal y en gobiernos estatales y municipios, han sido parte de la manzana de la discordia de quienes se han negado en forma abierta a darle paso a la democracia, y por lo mismo acotan, cooptan y se muestran intransigentes con el nuevo gobierno partido en el gobierno.

El doctor Francisco Blanco Calderón, catedrático de la Facultad de Comunicación de la Universidad Veracruzana, y un reconocido especialista entre los más prestigiados expertos en el análisis de la Geo-Política en México, dice que este es el punto de partida de que se ponen de acuerdo entre todos los entes de poder en este país, o se seguirá polarizando la vida diaria, con lo que se beneficia a las fuerzas externas del vecino país del norte, que siempre se ha mostrado su interés, de injerencia en los temas nacionales.

Pero también reconoce el maestro Blanco, que las voces que alientan a la violencia y a la ingobernabilidad tienen sus artífices que no se tocan el corazón para tratar de descarrilar infructuosamente a la institución presidencial y a los titulares de gobiernos estatales, como el de Veracruz, ante las represalias, que llevan mucha carga de interés mediático que tratan de desprestigiar y no abonan a la construcción de una Cuarta Transformación.

Blanco Calderón, reconocido en los distintos Foros de comunicación y economía en el Orbe, establece que el caso especial de la maestra y senadora de Morena por Veracruz, Gloria Sánchez, es acertado al conminar a los medios de comunicación en general y a las propias redes sociales, a no politizar la información de los casos dolorosos que enlutan a toda una sociedad, y se le dio una mala interpretación sólo por usar la palabra “drama”, algunos además le dieron otra connotación, pero en la realidad se entendió el mensaje de la maestra, una mujer luchadora social, que sólo pidió detener una confrontación entre quienes olvidan que las campañas políticas ya concluyeron, y ahora es tiempo de unidad y de trabajar todos por un mismo objetivo: “México”.

El doctor Blanco Calderón, le recuerda a muchos, que el presidente Andrés Manuel López Obrador, es cierto que encontró un país con muchos años de los resultados de malos gobiernos que utilizaron el poder político para enriquecerse y darse la gran vida a costillas del presupuesto oficial, y siempre en perjuicio de las mayorías pobres y miserables que en forma estoica aguantaron el agobio de los abusos de poder y explotación que se dio como resultado de la corrupción y la impunidad que de la mano se impusieron convirtiendo a los “clasemedieros” y el grueso de la población que vive en pobreza y pobreza extrema en rehenes de los malos gobiernos. “Y ahora le regatean el hecho de que por fin se mira a los que menos tienen”.

El pretendido cambio por la vía pacífica a través de la política y la democracia, se dio el pasado 1 de julio de 2018, pero los grandes intereses de quienes vivieron sustraídos de ley se han negado a entender que en la democracia se gana y se pierde, por lo que se dedican a tensar el mecate entre los millones de pobres que sienten y tienen una esperanza real de cambiar el destino precario, entiéndase una luz a la final del túnel con las medidas de los programas de bienestar social propuestos por AMLO y que en la realidad es parte de la justicia social con la reivindicación de una lucha quizás lograda pero no cumplida desde 1910, y con un siglo de todo un ciclo, lógicamente se volvió el paradigma de lo que el escritor peruano, Mario Vargas Llosa, llamó la “dictadura perfecta”.

Ahora con la famosa Cuarta Transformación, inexplicablemente los detractores gratuitos del presidente AMLO, que dejaron de vivir en la abundancia se quejan y lloran a los tiempos idos, por lo mismo, el fenómeno que se da es simple: azuzar para meter ruido y encontrar respuestas negativas ante el logro de quien ha volteado por primera vez a ver a los pobres.

El fortalecimiento de las estructuras nacionales y de los propios gobiernos estatales y municipales, sin distinción de siglas partidistas es una tarea indispensable con apego al marco del derecho.

Los  hechos violentos que se van contabilizando desde el ascenso al poder presidencial del partido Morena el 1 de diciembre de 2018 y los posicionamientos legislativos en el Congreso de la Unión, tocan intereses.

“Aunque entre los personajes como Vicente Fox,  y el club de los ex presidentes, no abonan a la gobernabilidad y mejor que se pongan a pensar que el cambio ha sido necesario por la vía democrática”.

Y hay quienes no dejan de alentar a la violencia, con los falsos escenarios (como en el Arte de la Guerra de Sun Tzu) para que se pueda contribuir a la paz necesaria y dar paso a la reconstrucción del país, en donde de todos lados, andan metiendo ruido a un gobierno de izquierda, y con participación de personas de diversa ideología de las corrientes políticas.

“El alto  grado de los intereses políticos en disputa, no deben conducir al extremo de la intolerancia”.

Los que abonan como agoreros del pasado, como el escritor Francisco Martin Moreno, “Ladrón de Esperanzas” son los de la ultra derecha, a los que  personajes de la talla de la escritora como Sabina Berman, lo ponen en su lugar, por su intenciòn a pretender no dar paso a la democracia.

“Y mezclan la fantasía con adivinación del futuro”, en pretender el rechazo a AMLO y al pueblo de México, que Martín Moreno, llama tonto,  cuando alimenta “el odio en contra de más de 30 millones de mexicanos que anhelaron un cambio de régimen” que acabó con corrupción y desigualdad por la vía pacífica de una lucha democrática en contra del hartazgo de más de noventa años. Así las cosas.