Ahora que el PRI se encuentra en una profunda crisis y casi desaparecido, resulta asombroso que los propios integrantes se encarguen de acabar con lo poco que le queda al tricolor y es que observar ayer a José Narro, quien aspiraba a dirigir al PRI en el país y con más de 40 años de militancia, acusar al Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador de intromisión y culparlo de su determinación resulta grotesco.

El académico y político, ex rector de la UNAM decidió declinar en sus aspiraciones acusando que, el proceso de renovación de la dirigencia del tricolor es una simulación en la que el presidente Andrés Manuel López Obrador y el expresidente Enrique Peña Nieto estarían involucrados.

Fue en un video publicado en sus redes sociales, donde explicó que renunciaba para no ser “parte de la comedia”, acusando la existencia de un candidato favorito para dirigir al PRI a nivel nacional. No dio nombres, pero evidentemente se refería a Alejandro Moreno -gobernador de Campeche con licencia-, quien se ha dicho es el favorito de los aún “poderosos” priistas.

José Narro asegura que antes de que inicie la contienda, esta “ya tiene resultado”, toda vez que el PRI reconoció la necesidad de empezar este proceso con un padrón de militantes “abultado”. Además, subraya que el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI tuvo miedo de reconocer que el padrón de militantes “es tramposo”.

Cierto es que, acusar a un Presidente de la República -que cuenta con un nivel de aceptación histórico, ocupando el segundo lugar a nivel Latinoamérica y el quinto a nivel global- en nada favorece, ni a él, ni al partido tricolor, pues es irrisorio que AMLO este ocupado en un partido que está a nada de esfumarse. Contrario al efecto esperado, las acusaciones de Narro generan aún mayor molestia de los mexicanos que confían en su presidente y que consideran una locura lo dicho.

Lo que sí resulta creíble de lo expresado por el ex rector, es que el PRI, se niega a abandonar las viejas prácticas de corrupción y aún en la crisis en la que se encuentra están negados a transparentar sus procesos de selección y toma de decisiones, por lo que, en vez de intentar levantarse, parecieran aventarse de una vez por todas al precipicio.

En honor a la verdad sí en este momento se realizara una encuesta de opinión derivado de lo expresado por el Doctor Narro, nadie aprobaría o daría validez a esa versión de que López Obrador se encuentra ocupado en el PRI. Lamentablemente el tricolor pierde a un político que bien o mal le daba un aire intelectual.

Lo que es innegable es que Narro se retira mal, porque en lugar de reconocer o admitir que los verdaderos enemigos de ese partido son sus propios integrantes acusa a un Presidente que bien se observa está más allá de pleitos de comadres de un partido en desmoronamiento ¡así las cosas, tengan ustedes queridos lectores un excelente jueves!

@magzamu