Sin duda es digno de reconocer el criterio que hoy dejo en claro el Gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, al destacar que en su gobierno no se criminalizará a nadie y así marco la diferencia con gobierno anteriores que era lo primero que hacían. En cuanto aparecían cuerpos de personas asesinados se acusaba que “andaban en malos pasos” o bien que “estaban vinculados con la delincuencia organizada”.

Ayer el gobernante morenista, precisó que es la Fiscalía y luego un Juez quien determina la responsabilidad o vínculos de las personas con la delincuencia y emite una sentencia, pero mientras tanto quienes son agredidos son víctimas, puesto que en casos como el de la familia atacada en Coatzacoalcos –como en muchos otros acontecimientos- hay personas afectadas más allá de cualquier señalamiento como son mujeres y menores de edad.

Es por eso que la calidad de víctimas directas o indirectas es lo primero que se les debe reconocer, dijo tajante, para luego reiterar que ya serán las autoridades competentes quienes consideren si las agresiones que ocurren a lo largo y ancho del estado tiene que ver con alguna venganza o alguna vinculación con bandas delincuenciales.

En otros tiempos, en el pasado más reciente, Yunes Linares solía criminalizar a los periodistas asesinados o bien negar que su profesión hubiese tenido que ver con su muerte, se revictimizaba a sus familiares y se le negaba el acceso a la justicia, se mataban toda clase de derechos en favor de la víctima directa, las indirectas y las potenciales que en muchos casos las hay.

Hoy –por ejemplo- en el caso del periodista asesinado en Actopan, Jorge Celestino Ruiz Vázquez, jamás hubo un intento por negar que su asesinato fuera ajeno a su ejercicio periodístico, al contrario, en todo momento se le reconoció su profesión y eso es digno de reconocerse, porque en eso radica también la objetividad, en reprobar los desaciertos, pero también en reconocer lo que se está haciendo de manera adecuada.

Y apropósito de la Fiscalía que sí criminalizaba a los periodistas -la de Jorge Winckler en los tiempos de Miguel Ángel Yunes Linares- ayer el Gobernador Cuitláhuac García fue muy claro en precisar que no existe una tregua hacia ésta instancia, porque nunca se le ha declarado la guerra, lo que sí se ha hecho dijo es exigirle resultados y eficiencia, puesto que es una demanda de la sociedad civil en general; de ahí que dijo se le ha pedido el cumplimiento de sus funciones pues no es posible que cuando se le soliciten informe la respuesta reiterada sea que se está investigando.

Hay que recordar que los altos índices de impunidad que imperan en la entidad son con motivo del deficiente trabajo de la Fiscalía veracruzana y según datos de un trabajo realizado por el propio INEGI, es en Veracruz, donde se encuentra una de las peores fiscalías, ocupando el tercer lugar en esa deshonrosa posición.

El Censo Nacional de Justicia en los Estados 2018 de INEGI, muestra que de 61 mil 402 carpetas de investigación que abrió la fiscalía Veracruzana, solo logró determinar la triste cantidad de 11 mil 316 carpetas, teniendo un deshonroso porcentaje de efectividad del 18 por ciento. Así de pobre el desempeño del Fiscal que también en mucho contribuye a fomentar que la percepción de inseguridad se incremente en la entidad y muy a pesar de todo ello insiste en permanecer en el cargo ¡así las cosas queridos lectores, tengan ustedes un excelente miércoles!