La elección interna del PAN se ha convertido en una guerra interna que muestra claramente la división al interior y el debilitamiento de este partido que ahora no es gobierno. Son los Yunes lo más inquietos pues su candidato es José de Jesús Mancha Alarcón quien pareciera debilitarse en el camino por reelegirse y mantenerse en el poder.

Y es que es de suma importancia para éste equipo político, que Mancha se posicione rumbo al proceso electoral de 2021 donde pretenden medir fuerzas e intentar posicionarse, toda vez que la aspiración de Linares es ganar el mayor número de alcaldías con personajes cercanos, lo contrario los colocaría en la antesala de la derrota y debilitaría sus posibilidades de impulsar nuevamente a uno de sus hijos en busca de la gubernatura, que, aunque suene prematuro, así lo visualizan.

Pero sin duda alguna, el debilitamiento de Mancha ha llegado a tal grado que, la familia Rementería ya le dio la espalda, tanto el actual senador, como su hijo el diputado local, quienes, en el pasado, lo favorecieron con el reconocimiento de sus empresas a quienes colocó como proveedoras de servicios de la Secretaria de Comunicaciones y Obras Publicas que en ese entonces presidía Julen Rementería.

Ahora los Rementería respaldan a Joaquín Guzmán Avilés, ese que ya no es tan cercano a Yunes y que no les conviene su llegada; luego entonces se ha arreciado una guerra al interior que pareciera inagotable pues ni uno de los dos grupos piensa ceder, aunque aquí, tendrán que ajustarse a la legalidad, pero lo que sí queda claro es que, la renovación de la dirigencia panista se judicializará eso se puede observar desde ahora.

Será el 8 de septiembre cuando “los panistas” elijan a su dirigente y ese día será definitivo para los dos grupos que pretenden apoderarse del citado instituto político; cierto es que diferentes actores de Acción Nacional han acusado la intervención de la familia Yunes en este proceso de elección.

Sobre el tema de renovación de la dirigencia han llovido quejas y recursos que han sido presentados ante el Tribunal Electoral del Estado de Veracruz. Un total de 10 juicios de protección de los derechos político-electorales fueron interpuestos por aspirantes y militantes, aunque dicha instancia determinó que los panistas no encausaron debidamente su queja, pues no recurrieron en un primer momento a la Comisión de Vigilancia del Comité Nacional, que –en primera instancia era la competente- para atender las inconformidades de militantes y aspirantes.

Y así entre inconformidades al interior e intentos por inconformarse buscan ahora la anulación de un proceso que aseguran podría venir amañado, los días se acercan para la renovación de la dirigencia panista en Veracruz.

¡Así las cosas queridas y queridos lectores, tengan ustedes un excelente miércoles, ya es mitad de semana!

@magzamu