La victimización del exgobernador Javier Duarte de Ochoa es grotesca, el papel que ahora pretende asumir resulta ofensivo para millones de veracruzanos que observaron en su gobierno un gran fracaso y aunque los beneficios se encaminaron solo para un grupo minoritario, hoy desde prisión el exmandatario niega responsabilidad.

A decir de Duarte, fue la “caja china” del gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto para ocultar todos los escándalos, como la llamada ‘Casa Blanca’, y el caso de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, asegurando que así el exmandatario intentó lavarse la cara y para ello tenía que meter a uno de los suyos a la cárcel y lo hizo con él.

Según Javier, en entrevista para un noticiero nacional, se dio a la fuga porque no podía competir con el aparato de Gobierno, aunque más tarde dijo se logró una negociación con sus abogados. Reveló que se siente más seguro con las autoridades de la nueva administración porque no son sus perseguidores y quienes lo acusaron de corrupto son ahora señalados por actos de corrupción verdaderos.

Pero el ex Gobernante bien sabe que lejos de actos de corrupción que tiene que ver con desvío de recursos, malversación de fondos y demás ilícitos, él mismo se declaró culpable por lavado de dinero y asociación delictuosa, motivo por el cual, el pasado 26 de septiembre de 2018 se le dictó una sentencia de nueve años de prisión, multa de 58 mil pesos, y el aseguramiento de 41 bienes inmuebles.

Duarte aún en prisión ha logrado mantenerse vigente y activo, pues además de incursionar ahora como columnista, retomó a través de un tercero sus redes sociales, desde donde opina, de todo lo que ocurre en la entidad veracruzana y así prácticamente se ha vanagloriado respecto de las ordenes de aprehensión que se han autorizado en contra de Jorge Winckler y colaboradores.

No ha cesado en sus opiniones y poco parece importarle las serias críticas y descalificaciones que recibe de los usuarios que de político corrupto no lo bajan; cierto es que al día de hoy cientos de empresas aún sufren los estragos de sus acciones, muchas de ellas cerraron, pues brindaron los servicios a su administración y jamás se les pagó, por lo que muchos aún se mantienen en la lucha jurídica para reclamar dichos adeudos.

Otras más, definitivamente optaron por cerrar sus negocios y así se generó al mismo tiempo desempleo, ello sin contar los índices de seguridad durante su gobierno y la falta de desarrollo económico. Duarte encabezó en la entidad, el último gobierno priista, prácticamente es a él, a quien se le responsabiliza, de haber enterrado al PRI en la entidad y lo dicen los propios militantes. ¡Así las cosas queridos lectores, tengan ustedes un excelente jueves!

@magzamu