Gobierno mexicano bajo ataque de los grupos radicales, algunos ocultos otros, abiertamente retan al presidente Andrés Manuel López Obrador, con el famoso “petate del muerto”, y no entienden que las crisis son superables, después de una inercia del mal que dejaron los pasados gobiernos.

La oferta del presidente de EU, Donald Trump, de “ayuda” con su ejército, de inmediato, se le dio la respuesta efectiva y directa del presidente AMLO, “No, pero gracias Señor Presidente Trump”. A pesar de las muchas flores incluida como la de “gran presidente de México”.

Son los acontecimientos, de resistencia que se dan como resultado de los muchos años de corrupción, impunidad y de abuso de poder en el país, pero poco a poco, se están solidificando las acciones necesarias para retornar con resultados a la legalidad y la gobernabilidad, a veces en vaivenes, pero con firmeza se está avanzando.

Ahora, muchos quieren ver lo malo, que antes no vieron, que nunca criticaron y que ahora les molesta un gobierno que dirige su mirada a los pobres, que no quiere una guerra entre hermanos y que trata de pacificar al país con acciones que logren restablecer el deteriorado tejido social que otros dejaron.

Los que le ponen sal a la herida, que sufren de la sequía presupuestal en medios de comunicación, además de los que dejaban su pluma en prenda, o más bien la hipotecaban, además de los grupos cupulares de riqueza en este país, que le lloran a lo que se fue.

A todos duele, los efectos de una violencia, qué en otros tiempos, no vieron las graves matanzas de efectos muy serios, son muchos los casos, ahora en forma lamentable los casos que se presentan a todos consternan, pero además de condenables se están resolviendo y se lucha mucho en la prevención delictiva.

¿Y las armas de alto poder que llegan por la frontera norte? Y que durante los últimos años se han incrementado en forma masiva y hasta se utilizaron de forma por demás ilusoria de señuelos, que no son parte de una justificación. “La Operación Rápido y Furioso” de EU realizada entre 2006 y 2011”, son parte de los efectos negativos detectados en el tráfico de armas a México.

En estos momentos, la solidaridad con el presidente Andrés Manuel López Obrador, por parte del presidente de EU, Donald Trump, se agradece pero hasta ahí.

AMLO, recibe la respuesta de solidaridad con su gobierno de la mayoría de los mexicanos y se abona al respeto de los principios de soberanía, para que nadie intente en aras de una “ayuda” intentar penetrar el territorio nacional, y como dicen en el rancho, “y luego como los sacas”.

Cada semana, son hechos inéditos, insospechados y difíciles los que se presentan al gobierno del presidente AMLO.

Así, ha sido desde el inicio de este mandato, una constante de casos de incertidumbre, pero los resultados positivos en la seguridad, legalidad y gobernabilidad se están dando de manera rápida.

Los casos que se han presentado en las últimas semanas son inéditos, aunque se van resolviendo con inteligencia y sensatez.

Fin de semana de los comentarios desafortunados mediáticos y redes sociales de quienes intentan sorprender a la población con acciones, que no son parte de la mentalidad de toda una población, que busca y anhela la paz.

Los alarmistas no tienen eco, su catastrofismo no es parte de una realidad, aunque deben saber que el pueblo sostiene una gran alianza con el presidente AMLO, y jamás podrá ser utilizado como carne de cañón.

Ahora se presenta el muy lamentable caso de la familia LeBarón, una comunidad mormona en el norte del país con orígenes en EU, y que se dedican a trabajar con intensidad la tierra y producen en la agricultura y la ganadería, han sido las víctimas de una supuesta confusión en un fuego cruzado, entre grupos delincuenciales en las colindancias de Sonora y Chihuahua.

Mujeres y niños, murieron, y este hecho pone en alerta máxima a todo un país, incluso al mundo, que está atento a todo lo que pasa en México, en donde el presidente AMLO, resiste todo tipo de embates políticos y mediáticos de sus detractores gratuitos, o de los enemigos, molestos de que defienda la causa de los pobres de esta nación. Así las cosas.