El ayuntamiento de Moloacán, que encabeza Omar Ricárdez Chong, ha comenzado a sufrir los efectos del “desastre financiero” que ocasionó el gobernador con licencia Javier Duarte de Ochoa, quien actualmente se encuentra prófugo de la justicia.

El presidente municipal se ha sumado a las acciones de otros presidentes municipales para exigir al gobernador interino, Flavino Ríos Alvarado, dé solución a este serio problema que los afecta, que en algunos municipios ha obligado a realizar el recorte de personal y vender unidades para obtener recursos para poder seguir trabajando.

El munícipe asegura que Duarte de Ochoa les quedó a deber al menos 3.5 millones de pesos, desde los meses de agosto, septiembre y octubre de las participaciones federales del FISM y FAFM, por lo que ahora tienen problemas para cubrir pagos de servicios de energía eléctrica, teléfono y combustible, así como el pago a trabajadores sindicalizados, eventuales y de confianza.

Además de lo anterior, los trabajadores al servicio del ayuntamiento mencionan que podrían recibir la prestación de aguinaldo esto originado por los problemas financieros que existen en el estado.

Como muchos otros presidentes municipales Ricárdez Chong espera que la Secretaria de Financias y Planeación (SEFIPLAN) realice los depósitos correspondientes y es que ya no son tres meses los que les adeudan por lo que es urgente para las autoridades municipales reciban los recursos, que en algunos casos los ha obligado a detener algunas obras.

Los trabajadores esperan que la situación mejore y que la máxima autoridad no se vea obligada a realizar el temido recorte de personal, ya que sus familias sufrirán las consecuencias.