Aunque el tener automóvil es una necesidad, el adquirir uno seminuevo se convierte en un lujo para muchos pues adquirirlo es cada vez más inalcanzable y por ello las ventas han descendido hasta en un 60 por ciento en modelos tipo sedán y en un 85 por ciento en camionetas y vehículos ocho cilindros.

Miguel Ángel Aguirre, gerente de una empresa concesionaria establecida en dos municipios de la región, señaló que el mercado de autos semi nuevos en la región de Orizaba registró un considerable estancamiento debido a la falta de capital.

“Si te das cuenta la economía está paralizada no hay trabajo para los constructores, hubo recortes en Pemex y otras dependencias, no hay generación de empleo, entonces todo esto ocasiona que se deje de comprar y vender”, señaló.

Las existencias de la empresa, señaló, se han tenido que modificar, pues hasta el pasado mes de febrero en que se consideraba pudieran venderse camionetas tipo pick up y van ya no se hace posible a estas fechas y por ello fueron retiradas y en su lugar ofertado el sedán en diversas marcas.

Los modelos de 2012 a 2015 están saliendo poco, agregó, porque los costos de venta de acuerdo a la marca y equipamiento eran superiores a los 70 mil pesos. “Ahora el cliente está buscando autos de 40 mil a 50 mil pesos porque el bolsillo no alcanza a pagar uno de mayor precio”.

Dijo que los primeros cuatro meses del año son complicados en cuanto a las ventas, y en su lugar es el tiempo en que se compran lotes de autos, pero en este año están trabajando con inventarios de otras empresas a manera de apoyar su venta.

Consideró que ahora la gente opta por ir reparando su vehículo antiguo porque no les da para renovarlo y eso se ve desde el momento en que se van endeudando al no pagar sus tenencias o sus engomados, por lo cual el Gobierno debe ser flexible en su administración y programas de crédito, al igual que los bancos o instituciones financieras.