Como un año pésimo calificaron contratistas y materialistas de la industria de la construcción el 2017, pero lo peor aseguran, está por venir, en caso de que la Federación no intervenga para el rescate financiero de Veracruz.

En la zona centro del estado, asegura el contratista Evaristo Carrillo, se dejó de construir obra estatal y municipal, porque los recursos económicos fueron limitados y porque existen adeudos con proveedores que no han sido solventados.

“Si el 2015 fue un año complicado para los constructores, este 2016 fue lo peor que hemos vivido en varios años. Nadie sabe dónde fue a parar tanto dinero destinado a obra pública para este año, pero lo cierto es que no fue en obra ni en pagos”, señaló.

El 2017, precisó, será una año todavía más complejo, nadie asegura que nos va a ir mejor con el cambio de Gobierno, porque no hay dinero, se le debe a la federación en comprobación, se le debe a todo Veracruz y para pagar se debe de saber cuánto se debe y con cuanto se quedará el Gobierno para incentivar la economía.

En el rubro que va de la mano con los constructores, César Rosas Murga, ex secretario general del sindicato de la CTM que aglutina a concesionarios de camiones materialistas, señaló que más de 60 unidades que tienen en sus filas sindicales prácticamente están varadas.

Por una parte, el impacto al costo de los energéticos, el incremento del precio del dólar y la mala economía generó un estancamiento de la ocupación, de ahí que cada uno ha atendido una o dos obras en lo que va del año, pero nada más.

Por otro lado, explicó, al ya no ser un negocio algunos concesionarios vendieron sus unidades, otros cambiaron de giro o emigraron de la zona, lo cual consideró es triste porque se trata de un patrimonio labrado a lo largo de los años.

Coincidieron al señalar que los dos años que tiene el actual Gobierno para administrar los bienes del Estado serán insuficientes y que lo peor no se ha visto aun en materia económica.