Dirigió recomendaciones al gobierno: que se rediseñen las políticas educativas para atender a esta población, que no se les disminuya presupuesto, que se garantice la disponibilidad de maestros preparados para atender a estos niños, que se cree un sistema unificado de información educativa y que se fomente la innovación en este campo.
Se calcula que los hijos de migrantes en edad de cursar preescolar, primaria o secundaria suman entre 279 mil y 326 mil. Casi 80 por ciento de los jornaleros migrantes están en condición de pobreza y los adultos en promedio cursaron cuatro años de educación, la mitad de los ocho que son el promedio nacional. Y sus hijos, de acuerdo con algunas investigaciones, interrumpen sus estudios constantemente. Como norma repiten varias veces cada grado y terminan abandonando la escuela, de acuerdo con lo expuesto por Schmelkes en la sede del INEE.
Reto para el Estado
Nasheli Ramírez Hernández, coordinadora de Ririki Intervención Social, y Carlos Rafael Rodríguez Solera, investigador de la Universidad Iberoamericana, dos de los participantes en la mesa, dijeron que las recomendaciones son pertinentes, pero hace falta un organismo que las pueda implementar.
Claudia Alonso Pesado, coordinadora operativa del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes de la Secretaría de Gobernación, e Irma Gómez Cavazos, oficial mayor de la Secretaría de Educación Pública (SEP), señalaron que las directrices emitidas por el INEE son un reto para el Estado, que está obligado a garantizar el derecho a la educación de calidad para todos los menores.
Schmelkes indicó en entrevista que el presupuesto destinado a la atención de estos niños se ha reducido a la mitad en los últimos cuatro años. Este sector ha sido invisibilizado. Siempre que hablamos de migrantes se piensa en los que se van a Estados Unidos, pero no en los que tenemos dentro del país, quienes están en una situación verdaderamente crítica.
Con información de La Jornada
http://www.jornada.unam.mx/2016/08/27/sociedad/030n1soc