El director de Gobernación del ayuntamiento de Orizaba, Juan Ramón Herebia Hernández, pidió a la población no equivocarse, pues en el caso del maestro que resultó herido el pasado viernes en una pierna, él era el que portaba un arma.

“Las armas que nosotros portamos son armas que se encuentran dentro de la licencia colectiva, es una licencia que está a nombre del estado y todas las armas que portamos son armas 9 mm y el arma que presuntamente portaba el maestro es un arma 45”, señaló.

Herebia Hernández dijo que hoy la gente tiene mucho miedo y el maestro Roberto Sánchez Ramírez no es el único que porta un arma ni eso lo hace un delincuente de alto impacto ni miembro del crimen extraordinario, pero sí es un hecho ilegal.
“Muchos civiles traen armas por miedo, indebidamente, pero la prensa está asumiendo en sus textos que el maestro no tenía un arma”, señaló.

En este caso, indicó, debe ser el fiscal que lleva el caso el que dirima, pues nadie más tiene el título de fiscales ni jueces.

Señaló que como director administrativo que es él, y el operativo que es Alfonso Zenteno, actúan con apego a la ley.

El director de Gobernación del ayuntamiento de Orizaba refirió que el maestro Sánchez Ramírez venía en estado de ebriedad con sus acompañantes y cuando descendió del vehículo, de acuerdo al informe que le dan, portaba una pistola.
Reportero.- A mí no me queda claro, desde el momento, yo no uso armas, cómo se dio el balazo, porque se supone que cuando ud saca un arma la saca de frente.

JRHH.- No estoy de acuerdo. ¿Tu eres experto?

Reportero.- No, por eso le pregunto, porque usted sabe.

JRHH.- Por eso, yo no estuve ahí, y toda la averiguación tiene secrecía, eso lo sabes como periodista de edad que tienes. Nosotros no podemos estar dando información que es únicamente para la fiscalía de ambas partes. Hay cosas que no se pueden decir hasta que el fiscal las decida. Y yo te voy a decir una cosa, ustedes ven muchas series policiacas. Nosotros no sabemos si el civil la traía en la mano, en la cintura, si no la traía.

O sea, ustedes ya están prejuiciados. Ya se pegó un tiro él solo, discúlpame, quién lo dijo, nomás te pregunto. Es más, no sabemos siquiera de qué calibre es el tiro que perforó en su pierna. Debemos ser más objetivos.

El hecho de estar nosotros respetando el debido proceso no implica que aceptemos ninguna culpa. El fiscal es la persona autorizada para decir x o y.