Eran alrededor de las cuatro de la mañana cuando en el rancho El Chiapaneco, ubicado en la carretera Acayucan-Congregación Hidalgo, varios sujetos desconocidos y armados con rifles de alto calibre, irrumpieron en la vivienda rompiendo las puertas de madera.

Buscaban las llaves de una camioneta y una motocicleta de color rojo, para lo cual tomaron como prisionero primero a Héctor Ovalles Mauricio, quien a golpes fue sacado de su domicilio y con gritos e insultos, le exigían lo que buscaban.

No les importó que la esposa de éste, Yadira Romero Carmona estuviera durmiendo en ropa íntima, ante el fuerte calor que hacía y tomaron su habitación.

Tres hombres vestidos de civil, encabezados por quien ella asegura es el comandante Frank, empezó a insultarla, amenazarla con detener y hasta matarla ahí mismo.

La mujer suplicaba, que dejaran a su marido, que tomaran lo que quisieran pero que no la golpearan ni a ella ni a su esposo, quien para esos momentos gritaba en el exterior que ya no siguieran torturándolo.

Yadira Romero Carmona relató a Imagen del Golfo la detención de su esposo y de su hijo, los cuales según la Policía Ministerial del Estado, el viernes pasado detuvo en un predio llamado “La Llave del Sureste”, en el entronque de la carretera Transistmica y la entrada Soconusco, cuando se encontraban con tres sujetos más, en una camioneta con reporte de robo.

La Policía asegura que éstos han confesado ser los homicidas del profesor Salvador Rodríguez Rentería, asesinado en la carretera rural Cruz del Milagro-Cuadra I Piña, a la altura del puente de la autopista, el 28 de mayo pasado y encabezar a una banda que habría cometido al menos tres secuestros en Acayucan.

Pero para Yadira Romero, todo es falso, incluyendo el lugar de la detención.

Aseguró en exclusiva para Imagen del Golfo, en las afueras de la sala de juicios orales que al momento de su captura, su esposo dormía con ella y su hijo Jesús Enrique Ovalles Romero, en otra habitación junto con dos hermanos suyos, niños de 14 y 12 años de edad respectivamente, además de una niña de cinco años que descansaba con la pareja.

A los Policías, dijo la señora, no les importó la presencia de los menores. Al negarse ella a entregar las llaves de la camioneta y la moto, bajaron de la cama, tomándolo del cuello a Jesús Enrique, que apenas alcanzó la mayoría de edad y lo pusieron en lo que sería la parte principal de la casa. Ahí, lo cachetearon, lo golpearon y amenazaron con matarlo si no les entregaba dichos objetos. Pensaba ella que se trataba de delincuentes que querían robarles los vehículos y el dinero.

Al no obtener respuesta de Jesús Enrique, los Policías golpearon al niño de 14 y posteriormente, frente a ella, a sus dos hilos varones ya sometidos y la niña de 5 años; los Ministeriales sujetaron al menor de 12 y le colocaron la pistola en la cabeza, amenazando a todos de que lo matarían si no les daban lo que buscaban. El niño no le quedó otra más que entregarlas.

Solo así se calmaron los Policías, dijo Yadira Romero. Ya teniendo en su poder las llaves se llevaron la motocicleta que estaba guardada adentro y la camioneta que estaba afuera además de tres mil pesos que encontraron en una cómoda.

Desde ese momento, que eran alrededor de las 4 de la mañana del viernes 17 de junio pasado, ya no supo de su pareja y de su hijo hasta el sábado por la noche, alrededor de las 21 horas, en que a través de un abogado particular, supo que estaban detenidos por el robo de la camioneta. ¡Jamás por que mataron al profe! dijo llorando la mujer, esperando que ocurra un milagro el viernes próximo en que será la audiencia de vinculación.

La misma historia es relatada por el resto de las familias de los demás detenidos, como es el caso de Diógenes Tadeo Portas, cuyas hijas aseguran que fue sacado de su casa en la calle Carlos Salinas de Gortari, de la colonia Las Cruces, en la mañana del viernes 17 de junio. Prueba de la violenta detención dicen, están las puertas destrozadas.

Gabino Zetina Ureña, dice que su hijo, Cande Rezendir Zetina Chontal fue el primero en ser detenido, alrededor del medio día del jueves 16 de junio pasado entrando al rancho La Primavera, que está cerca de Congregación Hidalgo, cuando llevaba comida para los caballos de Jacobo Domínguez Montero, dueño del predio.

De ahí empezó la cacería. Fueron hasta Dehesa, donde sacaron de su casa en la misma noche del jueves, a Nefatalí Bautista Calles para luego irse, ya en el transcurso de la madrugada del viernes, sobre Héctor Ovalles y su hijo.

Al allanar el rancho El Chiapaneco, los Policías Ministeriales ingresaron a uno vecino, destrozaron las puertas de una vivienda y tras golpear a una mujer y sus hijos menores de edad, hirieron de bala Celso Tadeo Portas, cuando trataba de escapar por el monte luego de huir por una ventana.

Celso Tadeo Portas se encuentra grave en una clínica particular y no está a disposición de ninguna autoridad.

La familia de los cinco detenidos acudieron el martes, aseguran, al domicilio de la familia del profesor Salvador Rodríguez Rentería, a pedirles su ayuda. Los parientes del fallecido le prometieron intervenir pero solo para exigir que se hagan las investigaciones correspondientes, pues ellos nunca han señalado a los ahora detenidos.

Las mujeres de los detenidos pidieron que no se les tome más fotografías a sus rostros pues temen represalias por parte de la Policía. Dicen que el “Comandante Frank” continúa dando vueltas por sus domicilios y tienen miedo que vuelvan a irrumpir a sus hogares con la misma violencia con la que fueron detenidos los mencionados.

Yadira Romero afirma que la Policía no ha puesto a disposición la motocicleta que sacaron de su casa. Una vez que se determine la situación jurídica de su esposo y su hijo, dijo, denunciarán el robo de ese vehículo.