A un poco tiempo que dé inicio el primer desfile de carnaval los vendedores de espacios para gradas ubicados a pocos metros de la Plaza de la Soberanía comercializaban los boletos en 70 pesos cuando el precio máximo autorizado por el Cabildo de Veracruz es de 45 pesos.

-¿Cuánto cuesta el lugar?

-“70 pesos”, responde segura una mujer de tez blanca que desde hace horas está sentada sobre la estructura metálica y juega con el paquete de boletos como si se tratara de una paca de billetes.

En el camino hacia Villa del Mar los graderos se abstienen de incrementar los precios. Les han alertado de un grupo de inspectores de Comercio y autoridades de la Procuraduría Federal del Consumidor que colocan papeletas con el precio oficial de las gradas.

Los últimos preparativos para el primer desfile continúan a lo largo del boulevard Manuel Ávila Camacho, desde el Club de Yates hasta el entronque con el boulevard Adolfo Ruiz Cortines.

En tramos a la altura de la Plaza de la Soberanía y Villa del Mar permanece la instalación de las gradas de la parte inferior, las que se encuentran en los laterales del arroyo del desfile (aunque la mayor parte de la estructura ya está colocada).

Los trabajadores colocaban los asientos a las estructuras ya semiarmadas y afinaban los últimos detalles para que el soporte no cayera con el peso de los asistentes.

Hasta el medio día del jueves había poco interés en la adquisición de gradas, los interesados llegaban en carros y a cuentagotas. Los vendedores permanecieron sentados, platicando entre ellos la mayor parte del tiempo.

En algunos locales comerciales ya se anunciaba la renta del sanitario, uno de los servicios más requeridos durante los recorridos del carnaval de Veracruz, en el boulevard costero.

Los vendedores foráneos que colocan taquerías y mesas del lado de las banquetas aguardaban en las calles perpendiculares al boulevard Adolfo Ruiz Cortines. Entre las redilas se observaba el cúmulo de sillas, mesas, lonas y estructuras metálicas desmontables.

El paso en el carril de norte a sur (de Veracruz hacia Boca del Río) del boulevard Manuel Ávila Camacho es lento, la circulación se redujo a un carril y en las horas pico se forman “cuellos de botella”.

Los accesos a la zona de gradas fueron patrocinados por una conocida empresa cablera y fueron motivo de burla por las faltas ortográficas con las que se elaboraron. En el caso del acceso de la avenida George Washington el acceso fue impreso como “WHATCHINGTON” con la numeración de gradas 75-67.