El gobernador del estado, Javier Duarte de Ochoa está en capilla, aunque es realmente difícil que se le castigue por la corrupción que impera, señaló el ex diputado federal Gerardo Fernández Noroña, quien indicó que regresará a Orizaba el próximo día 20 y si acaso sigue la estatua de Porfirio Díaz que la va a convertir en un monumento a los 43 normalistas de Ayotzinapa.

“Yo creo que está en capilla. No está fácil por el nivel de impunidad que hay, pero ya hasta cuando tus propios compañeros, los senadores que son del PRI, señalan a Duarte, quiere decir que el tipo trae ya demasiados frentes abiertos y que ni con los suyos pueden venderse”, consideró.

Fernández Noroña señaló que al mandatario estatal se la ha señalado de todo, de asesino, de atrabiliario, de irresponsable, de amenazar a la prensa, pero que ahora los senadores del PRI lo llamen corrupto es lo peor que le podría pasar.

Refirió que si bien hay un grave descrédito, no se puede descartar que se trate de una maniobra electoral, pero eso es algo que no sabe.

Destacó que en los tres niveles de gobierno se ve la misma irresponsabilidad, autoritarismo, corrupción y otros vicios, y la estatua de Porfirio Díaz así lo avala, porque cuando se atreven a ensalzar a recobrar la imagen de un tirano y quererlo ensalzar y modificar lo que la historia ha acreditado de manera sólida es porque tienen un nivel de arrogancia que los hacen pensar que pueden hacer lo que se les dé la gana.

“Porfirio Díaz llegó en 1876 al poder tirando en un golpe de Estado a Sebastián Lerdo de Tejeda, con un remedo de elecciones, por lo que la prensa en ese entonces lo tachó de usurpador”, refirió.

Debido a que enarboló como premisa la no reelección, entró en relevo Manuel González, hombre honorable que fue quien trajo el ferrocarril al país, pero su pago fue ser metido a la cárcel acusado de defraudación a la nación, y liberado hasta que Díaz garantizó su tercera reelección, luego de que el Congreso determinara que no había elementos para acusar a González.

“Díaz fue un delincuente y un criminal, por eso, el próximo fin de semana se hará una recolección de firmas para pedir al alcalde que antes del 20 de noviembre quite esa estatua y si no lo hace vendré con ciudadanos, o solo, y convertiré esa estatua en el monumento a los 43 normalistas víctimas de desaparición forzada”, apuntó.