En el próximo gobierno de Veracruz se deberá implementar la revocación del mandato para poder sacar al gobernante que dañe al estado, pero para ello se requiere una sociedad civil participativa, no apática.

El presidente del Observatorio Ciudadano y Contraloría, Hilario Arenas Cerdán, aseveró lo anterior y resaltó que si esa figura existiera desde antes en las leyes veracruzanas, otra sería la realidad.

Aclaró que el primer paso debió darse a nivel federal y luego en los estados pues no basta con exigir que renuncie el presidente de la república o un gobernador; se requiere una figura constitucional expresa.

“Es una de las tareas que tiene el próximo legislador: legislar para la revocación del mandato. Es lo que se necesita legislar en este país; en Veracruz no existe.

“Los estados deben armonizarlo en su entorno, también como la Ley Anticorrupción; tienen que armonizarlo los estados”, subrayó Arenas Cerdán.

PARTICIPACIÓN CIUDADANA

El presidente del OCCVER remarcó que para evitar decisiones gubernamentales lesivas al interés común la sociedad debe ser participativa y no permanecer pasiva ante medidas que la afectan.

Afirmó que la población debe tener capacidad de inconformarse públicamente, no entre las paredes de su casa, y eso debería manifestarse ante el riesgo latente del reemplacamiento vehicular.

“Lo que tenemos que hacer los ciudadanos es participar. Tenemos que irnos a la resistencia civil pacífica, ya no debemos tolerar ningún abuso más de nuestras autoridades.

“Sería un golpe más al bolsillo de los veracruzanos, le generaría al gobierno del estado un ingreso de mil 500 millones de pesos y un gran golpe a la economía de los veracruzanos”, alertó Arenas.

Recordó que el último reemplacamiento vehicular en el estado de Veracruz se produjo hace casi una docena de años y estimó que en ese tiempo generó recursos por casi 760 millones de pesos.

Aclaró que el no del secretario de Gobierno, Flavino Ríos Alvarado,no es definitivo y opinó que persiste el riesgo de que más adelante sí se disponga esa medida recaudatoria.

“Del papel a los hechos hay mucho trecho porque el presidente Peña puso el mal ejemplo, un acto de corrupción. Él debió renunciar como presidente de la república porque fue un hecho consumado como tráfico de influencias”, recalcó Arenas Cerdán.