Siete de cada 10 familias que ha sido víctima del secuestro de algún ser querido se va de Coatzacoalcos, ante la crisis de seguridad y el temor de volver a ser víctimas del hampa.

De acuerdo con el Observatorio Ciudadano de Coatzacoalcos, en algunos casos, el salir del puerto, si se tienen las posibilidades, es parte de una recomendación que parte de un protocolo de seguridad.

Las familias permanecen fuera de sus casas en la ciudad, y lejos de sus familiares, hasta 4 meses, casi en un 85 por ciento, el 25 por ciento restante ya no vuelve a Coatzacoalcos.

De acuerdo con datos aportados a este medio por la Asociación Civil, las familias víctimas de la delincuencia organizada; que ya no precisamente parte de células criminales reconocidas, padecen por semanas o días el secuestro de un familiar y después de eso, en cuestión de días, deciden alejarse de la localidad, en algunos casos viajan al extranjero, y en otros sólo cambian de estado por algunos meses, sobre todo cuando tienen negocios que atender en la ciudad.

En días pasados trascendió que la familia de un transportista que había sido plagiado abandonó Coatzacoalcos, después de vivir la tragedia.

Es necesario señalar que el secuestro va a la alza en la localidad, tan sólo en el mes de Junio la Asociación Civil mencionada reportó 40 secuestros, y en días pasados también se dio a conocer de la liberación de una mujer que había sido privada ilegalmente de su libertad, esposa de un empresario de esta ciudad.

La Asociación Civil reportó también que en el mes de Junio se reportaron 14 homicidios, 6 en Coatzacoalcos y 8 en la región sur, es decir en municipios aledaños a este puerto.

Cabe mencionar que desde hace varios meses no se han celebrado las mesas de seguridad que eran encabezadas por el secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, y el Fiscal General del Estado (FGE) en algunas ocasiones, y se congregan autoridades semanalmente, pero la incidencia delictiva no baja en la localidad.

En días pasados se formaron cadenas de oración y marchas ciudanas para exigir paz y el esclarecimiento a los hechos delictivos; apenas se publicaba la manifestación ciudadana y ya había surgido un asesinato más en la localidad, en contra de un joven de 19 años de edad.