En Coatzacoalcos existe una población de 319 mil 187 habitantes de los cuales cada uno consume aproximadamente 239 litros de agua diarios, lo que significa que dentro de los próximos años el 20% de abastecimiento del vital líquido que se recibe de la presa el Yuribia no alcanzará para toda la ciudad, informó la bióloga Carolina Vidal Leyva, responsable de la ruta agua del centro ambiental Quetzalli.

“Desgraciadamente nuestros cuerpos de agua se encuentran en estado crítico de disponibilidad, la gente debe tomar el agua como lo que es, un recurso vital para nuestra sobrevivencia como la de las demás especies y que todo radica en su conservación”, dijo la especialista.
El consumo excesivo no tiene una relación directamente proporcional con el crecimiento poblacional, es decir, no se justifica con que la ciudad haya aumentado el número de habitantes, sino más bien con los malos hábitos de la utilización de este recurso.

Diariamente los seres humanos desperdiciamos grandes cantidades, en acciones que ya conocemos y que van desde lavar el coche con manguera abierta, hasta limpiarse los dientes o afeitarse con la llave abierta, lo cierto es que no se ha dejado de hacer, la gente continúa con la idea errónea de que el agua no se acabará.

“Sabiendo que existen personas que no lo tienen debemos cuidarlo, por un litro de aceite comestible que derramamos en el agua contaminamos mil litros de agua, por eso estamos trabajando intensamente en esta campaña de recolección” añadió.

FAMILIAS PADECEN DESABASTO

En Coatzacoalcos la escasez del líquido se empieza a resentir, a habitantes ubicados al poniente de la ciudad no les llega el agua potable a su hogar y deben comprarla diariamente para poder suplir las necesidades de su familia, e incluso la acarrean desde otros lugares.

“Nosotros nunca tenemos agua, andamos pidiendo agua todos los días en las casas donde sí tienen, ya hasta la gente a veces no nos quiere dar porque ellos también cuidan su agua, nosotros cuando tenemos dinero compramos para beber y bañarnos”, comentó la señora Bertha Chagala Velasco, habitante de la colonia Ampliación Manantial.

Esta problemática se recrudece de marzo a septiembre, meses en los que se presenta la temporada de estiaje, ya que la presa Yuribia no suministra lo suficiente, aunado a que la ciudad sólo cuenta con cuatro pozos conectados a la batería de Canticas y no siempre logran funcionar.

“El chorrito de agua que llega es amarilla, sucia y con sarro, yo vivo aquí desde hace nueve años y siempre ha sido así, pero tenemos que aprovechar a llenar las cubetas, lavo la ropa y guardo el agua para el baño, cuando no cae nada compro cinco garrafones, para la comida, para bañarnos con mis hijos ya que aquí somos cinco personas”, mencionó Cristina Santiago Ramírez.

Las pocas veces que gozan de este beneficio tiene que administrarla lo suficiente, reutilizarla para las necesidades básicas, aunado a que las condiciones en la calidad que llega es deficiente.

“Desde hace tres años el agua es escasa y de mala calidad, nos hemos enfermado de la piel por el óxido, a mis nietas les salieron ronchas en el cuerpo, la ropa se nos echa a perder”, añadió César Estudillo, otro de los colonos afectados.

Principales contaminantes en Coatzacoalcos
La falta de mantenimiento a ductos para el transporte de hidrocarburos y sus derivados, que facilitan el robo del combustible mediante tomas clandestinas, ha contribuido a la contaminación de suelos y aguas.

Tal como el ocurrido en el 2004, cuando miles de barriles de petróleo crudo ser vertieron en el río Coatzacoalcos, alcanzando las costas del Golfo de México y contaminando al menos siete kilómetros de playa del puerto de Coatzacoalcos, Veracruz, y de la congregación de Villa Allende.

De acuerdo con datos de la organización ambiental ‘Greenpeace’, el río Coatzacoalcos es uno de los más contaminados del país, a causa de las derramas de hidrocarburos.

Sin embargo, no todo ha sido responsabilidad de la zona industrial, la ciudadanía también ha sido causante de que las playas, ríos, lagunas y caudales hayan dejado de ser parte de la belleza natural, al lucir llenos de basura.

Dentro de las actividades cotidianas existen diversos hábitos que van deteriorando y contaminando este recurso natural, como las aguas residuales de los hogares, de origen industriales y las de origen agrícola.

En nuestras casas hacemos uso de varios productos como: detergente para trastes, para ropa, para pisos, baños, cloro, amoníaco, blanqueadores, y la lista es interminable. Todos estos productos tienen una guía o un instructivo de uso, el cual se pasa por alto en muchas ocasiones; haciéndonos partícipes de este deterioro.

Día mundial
del agua

El Día Mundial del Agua se celebra anualmente el 22 de marzo como un medio de llamar la atención sobre la importancia del agua dulce y la defensa de la gestión sostenible de los recursos de agua dulce.

La creación de un día internacional dedicado al agua fue recomendada durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD) de 1992 en Río de Janeiro. La Asamblea General de las Naciones Unidas respondió a dicha recomendación designando el 22 de marzo de 1993 como el primer Día Mundial del Agua.

Otro de los objetivos de la fecha es inspirar para compartir los problemas relacionados con el agua y tomar medidas para cambiar la situación.

El tema de este año, “La naturaleza al servicio del agua”, se centra en explorar cómo la naturaleza puede ayudarnos a superar los desafíos que plantea el agua en el siglo XXI.

Los problemas medioambientales, junto con el cambio climático, provocan las crisis asociadas a los recursos hídricos que ocurren en todo el mundo. Las inundaciones, sequías y la contaminación del agua se agravan con la degradación de la cubierta vegetal, los suelos, los ríos y los lagos.

“Cada vez es más costoso llevar el agua a los hogares y centros de trabajo, así como darle tratamiento, por eso es importante trabajar en campañas de concientización que va desde los niños, y adultos, para evitar estar como en otras parte del país donde ya se está agotando el agua”, dijo la bióloga.