La reforma energética no se puede revertir porque se perderían inversiones por casi 130 mil millones de dólares, pues México ya tiene contratos con empresas de varios países para aguas profundas, aseveró el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell.

Recordó que hace 42 años Pemex se inició en el desarrollo de las aguas someras en la Sonda de Campeche y llegó a convertirse en la primera empresa mundial en ese segmento, con una producción nacional que en año 2004 llegó a la cifra récord de 3.4 millones de barriles por día.

Sin embargo el mega yacimiento de Cantarel, que aportaba el 63 por ciento de esa cifra, comenzó a declinar en su producción y su caída significó para México el fin de la era del petróleo fácil pues ya no se encontraron nuevos yacimientos que lo sustituyeran en la misma magnitud, características y bajos costos, pues dejó de producirse un millón de barriles de petróleo al día.

Además México estaba imposibilitado para asociarse con capital privado y se desaprovechó la riqueza oculta bajo las aguas profundas, donde hay más del 25 por ciento de los recursos profundos, dijo.

Destacó que como resultado de las licitaciones 1-4 y 2-4 en aguas profundas en el marco de la apertura energética se ha asignado un total de 27 contratos petroleros en aguas profundas a 18 empresas de 13 nacionalidades, entre ellas Pemex ahora asociado con la operadoras más grandes del mundo.

“En caso de tener éxito geológico el desarrollo de los campos únicamente en aguas profundas significaría una inversión estimada de más de 127 mil millones de dólares, equivalente al 83 por ciento en total que llevamos en todas las licitaciones de hidrocarburos.

“Regresar a un modelo cerrado y agotado impediría la llegada de más de 152 mil millones de dólares de inversiones a regiones con vocación petrolera (…), lanzaría una pesada carga de endeudamiento sobre las finanzas públicas, ya que los requerimientos financieros para recuperar nuestra producción de 3 millones de barriles diarios son cercanos a 640 mil millones de dólares en los próximos 15 años”, remarcó Joaquín Coldwell.

Aseguró que el nuevo Centro de Tecnologías para Aguas Profundas ubicado en Novillero, en este municipio, está llamado a ser el brazo científico y tecnológico que respaldará la gran aventura de exploración y extracción de hidrocarburos en aguas profundas y ultraprofundas nacionales.

Indicó que ahí se desarrollará talento y se generarán conocimientos aplicables para atender los grandes riesgos y peligros que representa trabajar a profundidades donde las condiciones son extremas y las altas presiones representan un gran desafío tecnológico.

Recordó que hace 53 años nació el Instituto Mexicano del Petróleo pero ahora con su Centro de Tecnologías para Aguas Profundas se adapta a la nueva realidad en materia energética.