“Ni por todo el oro del mundo venderemos nuestra tierra", "de oro no se come, de oro no se vive", se escucharon las consignas en calles de la cabecera municipal de Actopan.

Con coraje y entusiasmo, cerca de mil habitantes de diversas comunidades exigieron que se decrete a la zona "Libre de minería toxica", ante la amenaza de los proyectos de las mineras canadienses "La Paila" -antes Caballo Blanco- y "El Cobre".

Ante la exigencia de los habitantes, el alcalde Paulino Domínguez se comprometió a emitir el decreto que respete la voluntad de la población para que no se hagan las minas a cielo abierto.

El decreto, dijo, lo entregará a la población el próximo 5 de junio. 

"MINERA MIENTE, NO LOS CONOZCO NI IRÁ LA MINA SI LA GENTE NO QUIERE"

El alcalde panista Paulino Domínguez arribó al Palacio Municipal cuando recién iniciaba una caminata pacífica a lo largo de la cabecera municipal contra la minera canadiense. Molesto, tomó el micrófono que le facilitó la misma población.

Había evitado pronunciarse respecto al tema. La presión social lo obligó a cambiar de decisión. Sin embargo, Paulino Domínguez tuvo una confrontación con los manifestantes que por poco pasa a mayores cuando uno de los inconformes contra el proyecto de la empresa canadiense “Candelaria Mining” le reclamó si él como presidente municipal de Actopan recibiría de 20 a 40 millones de pesos por dejar trabajar a la minera.

"No me han dado 20 millones (los de la minera). Eso es mentira y me molestan las mentiras. Por eso vengo a dar la cara", aclaró ante los pobladores, quienes le recriminaban que probablemente habría sido ya cooptado por la empresa minera canadiense.

"De la mina Caballo Blanco o Caballo Rojo, no sé bien cómo se llama, no han hablado conmigo. Yo no los conozco", dijo ante el enardecimiento de la gente que gritaba: "emite el decreto para declarar Actopan libre de minería tóxica".

-¿Presentará el documento ante Cabildo y emitirá el decreto?- se le preguntó.

-Sí-

-¿Cuándo?

-No puedo hacerlo porque la mina no ha iniciado, yo no sé nada...

-Pero eres el Alcalde, debes prevenir y responder a la población-, le increparon varios entre la multitud.

Ante la fuerte resistencia social, que sigue creciendo, el alcalde Paulino Domínguez dijo que hará valer la voluntad de la población para decretar que Actopan sea libre de minería tóxica.

"El 5 de junio regresamos por el decreto", le dijo la multitud, ante lo que el alcalde afirmó que así será.

LA IGLESIA TAMBIÉN SE MOVILIZA

Desde temprana hora, con cartulinas, globos blancos y consignas, habitantes de distintas comunidades de Actopan, Alto Lucero, Xalapa, Xico, Teocelo, Misantla, Veracruz, se dieron cita en la iglesia del lugar.

Los sacerdotes, en defensa de la naturaleza, abrieron las puertas de la Iglesia, como lo hizo también el Arzobispo de Xalapa Hipólito Reyes Larios, para defender el agua, la naturaleza, la salud y la vida, que se ven amenazados con los proyectos de mina a cielo abierto.

"No profanamos la casa de Dios. Estamos en su casa porque nos convoca la defensa de la vida".

Jerarcas religiosos, científicos, académicos, estudiantes, defensores de derechos humanos y medio ambiente, sociedad civil organizada, denunciaron el porqué la minería a cielo abierto representaría en Veracruz un irreversible daño ecológico, a la salud y a la forma de vida de la población.

"No queremos la mina", corearon los habitantes de Actopan y de otros municipios, reunidos en la iglesia católica del municipio. Participaron hombres y mujeres de todas las edades, de todos los credos, unidos por la misma causa.

Aunque la canadiense Candelaria Mining ha dicho que tienen la anuencia de pobladores, "los habitantes decimos no", vociferaron reiteradamente.

"Depositamos nuestra esperanza en esta lucha por la defensa de nuestro territorio, de la naturaleza, del agua, de la vida, que es la máxima herencia que podemos dejar a nuestros hijos", expresó Emilio Rodríguez Almazán, integrante de La Asamblea Veracruzana de Iniciativas y Defensa Ambiental (LAVIDA), entre otras organizaciones defensoras de los derechos humanos y el medio ambiente.

Han sido años de lucha, 25, de los cuales, 8 han sido los de mayor intensidad, "y será una lucha generacional, porque la Ley Minera hecha por los mineros y aprobada por los legisladores, avala a las empresas mineras por dos periodos de 50 años. Es decir, 100... Ahí están nuestros niños, por ellos la lucha".

"Que se vaya la minera con todo y su arsénico, su cianuro, su veneno", consignaba por las calles del municipio de Actopan, pequeño, colorido y rodeado de un paisaje verde lleno de árboles de mango, de ríos.

En la región la gente se dedica al campo, al cultivo de mangos, sandías, frutas tropicales; además siembran maíz, frijol y hay ganadería. La belleza paradisiaca del lugar permite vivir a otros pobladores del turismo.

"Queremos la vida, no la mina", exclamaron.

"Si hacen la mina van a contaminar todo, van a contaminar los cultivos, el río. Van a destruir la montaña -La Paila-, van a acabar con todo. Van a dañar también a nuestros animales. Nos van a dejar llenos de cáncer...acabaríamos por irnos de aquí, porque ya no habría vida, sólo muerte", expresaron dos hombres de edad avanzada, quienes se han dedicado al campo.

"Hemos visto a nuestros niños jugar en el río, jugar entre los árboles de mango... Amamos esta belleza que nos dio dios... En el nombre de Jesucristo le pedimos al Alcalde que no permita que se haga la mina", expresó Norma, una mujer creyente y de lucha social, mientras la población se concentró en el parque, al salir de la Iglesia.

A pesar de la lluvia, los habitantes se mantuvieron firmes, y destacaron: "Somos firmes y no queremos la mina ni sus dizque empleos que prometen. No necesitamos a las mineras. Que se vayan... Para qué queremos empleos y hospitales y escuelas que prometen si aquí sólo dejarán muerte".

LA LUCHA CRECE

La marcha por todas las calles siguió, a pesar de los charcos y del calor vaporoso tras la lluvia. En las casas, quienes no marcharon, apoyaron con cartulinas en las que se leía: "no a la mina tóxica".

El punto de partida y de fin de la movilización de este 25 de mayo fue el Parque Central. Organizada, la población ofreció agua de frutas y comida. Los habitantes están organizados y unidos contra la misma causa: "que se vaya la minera con todo y su veneno, no queremos oro... ni por todo el oro del mundo cederemos".

La minera canadiense Candelaria Mining amenaza con reiniciar los trabajos el próximo mes de julio.

La lucha seguirá y se fortalecerá hasta que se vaya la mina, sentenció la población. "En Veracruz queremos vivir, la mina se tiene que ir", decían hasta niños acompañados por sus padres.