La inseguridad que se vive en Veracruz y propiamente en la zona centro del Estado ha generado una crisis severa en comercios, bares, cantinas, servicio de taxis y negocios con venta de comida.

De nueva cuenta hechos violentos afectaron la estabilidad y seguridad de una parte del comercio que se mueve en la vida nocturna y del cual subsisten decenas de familias, señalaron integrantes de la unión de taxistas independientes de la región de Orizaba.

“Quienes somos los verdaderos concesionarios estamos siendo afectados. Ya no queremos ni contratar choferes porque nunca se sabe si estamos en riesgo de perder la concesión porque anden en malos pasos”, precisó un propietario quien por razones de seguridad solicitó el anonimato.

Dijo que de un año a la fecha, el turno de la noche se ha parado por dos motivos principales que engloban la inseguridad; el primero porque la gente ya no sale de noche con la misma seguridad, entonces ya no hay usuarios, y el segundo tiene que ver con los operativos de fuerzas federales donde se hostiga por igual a todos los taxistas que trabajan este turno.

Comerciantes con venta de antojitos también se dicen afectados en sus ventas; en Camino nacional entre Río Blanco y Nogales, señalan que han atestiguado persecuciones y balaceras que ponen en riesgo su integridad, pero además ya no hay taxistas ni gente que salga de noche o madrugada.

Las familias que tenían como sustento este modo de allegarse de recursos económicos pierden entre 300 y 600 pesos por noche y ahora se dedican a vender por las mañanas o las tardes los productos que elaboran.

Por esta misma condición se encuentran afectados un promedio de 75 giros con venta de bebidas alcohólicas desde el municipio de Río Blanco, Nogales y Ciudad Mendoza hasta Acultzingo.

De acuerdo con estadísticas de las Direcciones de Comercio, se estima que en la región se han dado de baja o han dejado de laborar cinco giros con venta de bebidas alcohólicas y han perdido una fuente de trabajo cerca de 65 taxistas que trabajaban el turno de la noche.