Antes de que fuera asesinada ya había alertado Leticia Candelario Gonzales Sánchez a las corporaciones policiacas, a las que les reportó que hombres sospechosos la seguían hasta el colegio en el que llegaba a buscar a su hija.

El miedo la invadía, por eso llegaba con su guardaespaldas hasta un kínder y colegio privado ubicado en la avenida Juan Escutia y avenida Uno, en la colonia Benito Juárez Norte.

Este miércoles a las 13:20 horas llegó Leticia junto con su chofer y escolta José Antonio en una lujosa camioneta, de color blanco, con placas de circulación PYL-4196, del estado de Morelos.

La gente observó que al momento que esta mujer salía del centro educativo con su hija, corrieron dos tipos hacia ella, con el fin de arrebatarle a la menor.

Aunque ella alcanzó a meter a esta pequeña al colegio, y en ese momento es cuando estos hombres activaron sus armas de fuego.

El olor a plomo llegó cuando Leticia recibió un disparo a la altura de la tetilla derecha, que la hizo caer rendida en la banqueta.

Su escolta estaba del otro lado de la camioneta y cuando iba a ayudarla también recibió un impacto en el cráneo.

En el suelo quedaron esparcidos los casquillos percutidos y en lo alto de un poste la cámara de seguridad, que probablemente grabó el momento del doble asesinato.

Tras el asesinato, estos sujetos emprendieron su huida y en el camino dejaron tirado un chaleco de color naranja fosforescente, a la altura de una iglesia católica que se encuentra en esa zona de Coatzacoalcos.

Era la hora de la salida, por lo que muchas madres y padres se encontraban habían llegado a buscar a sus hijos.

Sobre todo las madres se encontraban temerosas, por lo que una de ellas lloraba, al mismo tiempo que sus manos temblaban de miedo.

Cuando llegaron los policías ya habían huido los sicarios, dejando dolor y terror en los alrededores del colegio.

No habían pasado ni 10 minutos de la agresión contra esta mujer y su escolta, cuando llegaron los paramédicos de la Cruz Roja.

A ella la trataron de salvar dándole Reanimación Cardiopulmonar (RCP), pero la bala había penetrado hasta el fondo de su cuerpo y le dañó uno de sus órganos que provocaron su fallecimiento.

Leticia contaba con 44 años y era dueña del negocio “Smile Game”, que se encuentra en una conocida plaza comercial situada en el fraccionamiento Puerto Esmeralda.


TARDAN EN ACORDONAR LA ESCENA DEL CRIMEN

Aunque llegaban en motocicletas y patrullas la Policía Estatal, Naval y la Fuerza Civil no se movilizaban en los alrededores para buscar a los asesinos.

En lugar de ello los uniformados se avocaban a correr prepotentemente a los reporteros y las personas que se encontraban en ese lugar, aún cuando todavía no había sido colocada la cinta amarilla, que trae la famosa leyenda de precaución.

Un reportero pasaba en vivo el reporte del asesinato en el noticiero vespertino de una radiodifusora local, cuando uno de los policías le arrebato su celular. Por esta agresión en próximas horas el comunicador interpondrá su denuncia ante las autoridades ministeriales.

Mientras tanto un elemento de la Fuerza Civil, de tez morena y que portaba unos lentes oscuros, soltó la expresión a los curiosos que por su seguridad iba a grabarlos, sacando un celular y comenzando a captar un video.

Con la acción de este uniformado uno de los ciudadanos se jactó, y le preguntó que cual seguridad.

Los policías tardaron más de 20 minutos en acordonar el área y se paseaban de un lado a otro contaminando la escena del crimen.


LLEGO LA FORENSE

Cuando el lugar estaba acordonado llegaron los peritos del departamento de Servicios Periciales a realizar el levantamiento de los cuerpos para ser llevados a la morgue del Panteón Jardín, en Coatzacoalcos.

Revisaban cuantas balas habían tiradas en el pavimento, y sacaban huellas de la camioneta, recabando los primeros indicios.

Al mismo tiempo sonaban las sirenas de un helicóptero de la Fuerza Civil, que por unos momentos sobrevoló esa popular colonia.


OTRA VEZ EN COATZA

Un hecho similar y que conmociono a la sociedad porteña ocurrió durante la madrugada del pasado 14 de Diciembre del 2015 en Coatzacoalcos, cuando fue asesinado el ciudadano Martin de Jesús Martínez Trujillo, quien era prefecto de la Escuela Secundaria Técnica 19.

El profe Martín, como era conocido entre la comunidad estudiantil, trató de defender a su hija de 16 años para que no se la llevaran de su negocio ubicado en la avenida Pedro Moreno, en la colonia María de la Piedad.

Aunque este porteño recibió tres balazos, y posteriormente se llevaron a la menor, a quien horas después la dejaron libre.


OPERATIVO

Derivado de una agresión con arma de fuego contra dos ciudadanos en la avenida Juan Escutia de la colonia 20 de Noviembre, en este municipio, la Fuerza Civil implementó un operativo para ubicar a los responsables.

Durante el mediodía de este miércoles, a través del número de emergencias 066, se recibió el reporte de estos hechos, que fueron en agravio de una mujer de 35 años de edad y un hombre de 38.

Por ello, en coordinación con las policías Estatal y Naval, la Fuerza Civil estableció la búsqueda en los accesos y salidas de la ciudad, así como en los municipios aledaños para localizar a los probables responsables, con base en lo informado por testigos presenciales.