A las 6:22 de ayer, familiares de víctimas, integrantes del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad y universitarios iniciaron un ritual religioso previo al inicio de la diligencia para abrir las fosas clandestinas de Tetelcingo y exhumar los más de 100 cuerpos inhumados en 2014.

Sin embargo, los representantes de la Fiscalía General de Morelos y elementos del Mando Único realizaron una serie de acciones dilatorias. Primero intentaron tapar la visibilidad del lugar donde se encuentra la fosa, lo que provocó roces y tensiones con los representantes de los medios.

Unos 300 elementos del Mando Único resguardaron toda el área del predio El Maguey, donde se ubican las fosas.

Después de varias discusiones, las partes involucradas; la Fiscalía, los representantes de las familias de víctimas y los enlaces institucionales de la UAEM, acordaron que solo se taparían dos lados de la carpa y se dejarían dos más descubiertos.

Entonces la Fiscalía mandó traer la maquinaria para comenzar la excavación. Sin embargo, esto provocó un nuevo retraso de la diligencia. Así, tras seis horas y media de la cita comenzó la excavación en las fosas clandestinas con un acto simbólico, donde María Concepción y Amalia Hernández, madre y tía de Oliver Wenceslao, respectivamente, y el propio fiscal de Morelos, Javier Pérez Durón, dieron las paladas iniciales de tierra.

Dos horas después de comenzar la excavación, a las 14:30, regresó el trascabo que se había retirado a las 11:00 horas, mismo que se había considerado como no apto para el trabajo. Y se comenzó a excavar, labor que duró más de una hora. Hasta las 15:15 todavía no se había encontrado algún cuerpo, pero los trabajos seguían.

Cancelan excavación

Cerca de las 17:00 horas, la Fiscalía canceló la exhumación debido a que se equivocaron de área para la excavación. Familiares dijeron que la autoridades se justificaron diciendo que “la fosa tiene forma de L” por lo que solo se encontró una bolsa que no fue abierta.

Familiares acusaron a las autoridades de irresponsables y denunciaron inconsistencias durante el proceso de exhumación. “Eso nos demuestra desafortunadamentete que las autoridades con las que contamos no tienen ni el más mínimo sentido de responsabilidad para poder tener una ubicación de ese tipo de situaciones”, dijo Amalia Hernández, t+ia de Oliver Wenceslao, joven cuyo cuerpo fue exhumado a finales del 2014.