jueves, 25 de abril del 2024
 
Nacional
Las insólitas fortunas de Omar y las hermanas Ortega Rivas: prestanombres de MAYL
Redacción | 2016-05-24 | Agencias
‘La insólita y bicenteneria fortuna de Omar Yunes’ es un reportaje de Ignacio Rodríguez Reyna para el portal ‘emeequis’ donde muestra transacciones millonarias del hijo del candidato a la Gubernatura de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares.

En 2010 compró cinco empresas en Oviedo, Asturias; adquirió mediante firmas de papel un par de condominios de lujo en Manhattan con valor de 4 millones y medio de dólares; se hizo de una casona en Polanco por 4 millones 496 mil pesos; registró la empresa Planta de Ideas SA y estableció Yandai SA, la razón social que en los años posteriores haría suya por 80 millones de pesos una docena de franquicias del restaurante Sushi Itto.

Y aunque para su padre Miguel Ángel Yunes Linares, ahora candidato de la coalición PAN-PRD a la gubernatura de Veracruz, su hijo es todavía un pequeño empresario que ha forjado su patrimonio gracias a los restaurantes que comenzaron a operar en 2010, lo cierto es que Omar empezó a armar su fortuna años antes, cuando su padre se hallaba en uno de los picos de su carrera política, de acuerdo a lo publicado por el portal ‘emeequis’.

Por ejemplo, en 2007, cuando tenía sólo 29 años de edad, Omar había adquirido un condominio en Polanco con valor de 5 millones de pesos. En 2009 había hecho lo mismo con una casona, también en Polanco, por 4 millones y medio.

Diez millones de pesos. Esa era la plataforma. El despegue llegaría con 2010, el año del bicentenario. Un gran año para Omar.

De ese esmero en los detalles interiores, cuya apuesta de diseño es dejar un toque de exclusividad sin caer en la ostentación, se beneficiaría dos años después un joven y “pequeñísimo” empresario restaurantero que estaba dispuesto a comprar no sólo uno, sino dos condominios.

DEPARTAMENTOS EN MANHATTAN

Omar Yunes Márquez, el veracruzano de 32 años, eligió los que ocupan todo el piso 32: el 32A y el 32B. Adquirió dos condominios con la idea de aprovechar al máximo el espacio del lujoso edificio.

Ubicados en el piso 32 del edificio ubicado en 70 West 45th street en el epicentro de Manhattan, Nueva York, diseñados por el prestigiado arquitecto mexicano Enrique Norten.

Ese y otros conceptos arquitectónicos contribuyeron a que la demanda por esos condominios fuera elevada. En julio de 2009, ya se habían vendido 20 de un total de 57 condominios. Y el ritmo se intensificaba conforme la fama del edificio se extendía.

Omar Yunes debió pagar pronto porque los espacios volaban. Así que saldó dos facturas: una por 2 millones 307 mil dólares y otra por 2 millones 276 mil dólares
Desembolsó en septiembre de 2010 un total de 4 millones 583 mil dólares, unos 80 millones de pesos a la paridad actual.

Ya procedería, meses después, a registrar un número telefónico de su nuevo domicilio neoyorquino: 70 West 45th Street, en pleno Manhattan.

La ubicación de los condominios, con una extensión aproximada de 300 metros cuadrados, es única: a unos pasos de Times Square y de “toda la indulgencia que Nueva York puede brindar”, ese conjunto de hotel y residencias se promociona como “un moderno santuario lejos del bullicio y del ruido de la ciudad”.

Cuando los Yunes o sus invitados llegan a Nueva York se encuentran en el epicentro de Manhattan: a unas cuadras tienen el Rockefeller Center, pueden optar por visitar las exposiciones del Metropolitan, disfrutar de cualquier obra en Broadway, deambular y relajarse en el Central Park o ir de compras a las sofisticadas boutiques de la Quinta Avenida.

Lo más importante: una empresa creada en Delaware, aun sin presencia física en el estado, puede operar de forma anónima a través del agente autorizado que creó la compañía. Bajo las leyes de Delaware, los nombres de los accionistas de las empresas no necesitan divulgarse.

Así que Omar Yunes eligió bien. Y buscó a un agente que le sirviera de intermediario para crear las dos empresas: Harvard Business Services Inc., un despacho que se vanagloria de lo fácil que le resulta crear empresas por internet.

El gobierno de Felipe Calderón Hinojosa tenía un gran dilema: cómo festejar el centenario de la Revolución y el bicentenario de la Independencia sin exaltar la figura de los próceres que pertenecían al panteón del PRI.

Yunes Linares fue designado por Felipe Calderón, quien honró el acuerdo con su aliada Elba Esther Gordillo Morales. La Maestra pidió ese cargo, entre otros, para uno de los suyos. Y Yunes Linares era todavía uno de ellos.
Y, sin chistar, tomó varias decisiones clave: una de ellas fue nombrar a Rossana del Carmen Ortega Rivas como directora de Turissste, puesto fundamental porque, contra toda lógica, a esa red de agencias turísticas se le encargó buena parte de la organización de los festejos bicentenarios.

Para el ISSSTE fue una mala decisión a la luz de lo que la Auditoría Superior de la Federación encontraría cuando revisó la Cuenta Pública 2009: operaciones inadecuadas, dispendio en el gasto, contrataciones irregulares, violación de la ley de adquisiciones, salarios exorbitantes, comprobantes fiscales con irregularidades, compras al margen de la ley, adjudicaciones directas y muchas más

De los más de 516 millones de pesos que se le asignaron a Turissste, todos los subcontrató.


Información obtenida en respuesta a una solicitud de acceso a la información de ‘emeequis’ reveló además que la agencia de turismo facturó cantidades exorbitantes por ceremonias y festejos.


Por ejemplo.

Cobró 124 millones de pesos por el espectáculo multimedia en Palacio Nacional en 2009.

2.5 millones por los eventos de septiembre de 2009.

76 millones por el desfile Niños por el Bicentenario, la verbena popular del 15 de septiembre y el acondicionamiento de los espacios para que la gente pudiera ver el desfile militar del 16 de septiembre de 2009.

7 millones por la organización del concurso del anteproyecto para la construcción de la Estela del Bicentenario.

40 millones por la ceremonia de encendido y el recorrido del Fuego del Bicentenario por el país en septiembre de 2009.

76 millones por las representaciones con marionetas que participaron en los festejos del centenario de la Revolución.

19 millones por el lanzamiento del programa de eventos conmemorativos del bicentenario.

27 millones por la organización en abril de 2010 del festival Niños por el Bicentenario.

28 millones de pesos por la instalación y mantenimiento de 34 relojes de cuenta regresiva.


“Al parecer en el ISSSTE son expertos relojeros, expertos abogados, expertos en luz y sonido, expertos en organización de ceremonias protocolarias, expertos en representaciones teatrales”, ironizó poco después el entonces diputado Arturo Escudero, del Partido Verde.

Y explicó: “Lo que está a la vista de todos es la maquinación que hizo el gobierno federal, la SEP, el ISSSTE, el Turissste, la Secretaría de la Función Pública para evadir la Ley de Adquisiciones al crear este fideicomiso y contratar al Turissste para no licitar y que se pudiera adjudicar de manera directa, de manera discrecional”.

La investigación de la auditoría reveló algo más: la misma política se aplicó en el otorgamiento sin licitación de 102 contratos a empresas privadas para los festejos del Bicentenario, por lo que solicitó al órgano de control del ISSSTE que realizara una investigación para sancionar a los funcionarios responsables de las irregularidades.

Pero no había mucho que temer. Al frente de esa dependencia estaba una protegida de Yunes: Rossana del Carmen Ortega Rivas, a quien el entonces director del ISSSTE presentó como “licenciada en ciencias de la comunicación, con amplia trayectoria en el sector de la promoción publicitaria y turística”, sin dar más detalles de su currículum.

Omitió un dato fundamental: es hermana de Sandra Ortega Rivas, una estrecha colaboradora de Yunes desde que este fue secretario de Gobierno en Veracruz.

En realidad, Yunes Linares ha echado mano de ambas hermanas desde 1997. Cuando era secretario de Gobierno de Veracruz, conoció a Sandra, propietaria de Conceptos Publicitarios SA de CV, una empresa que ya manejaba la publicidad de la campaña Consume lo que Veracruz Produce y que se encargó de hacer la propaganda de muchos candidatos priistas a las alcaldías de Veracruz.

La primera ocasión en que Miguel Ángel Yunes ocupó un despacho en las instalaciones de Bucareli. Pero no llegó solo: Sandra Ortega Rivas lo acompañaba y a ella la colocó como directora de área.

Yunes Linares duró en el cargo exactamente un año. Todo estaba bajo control. Lo sucedió uno de los hombres en quien más confía hasta la fecha: Enrique Pérez Rodríguez, su secretario particular, quien era encargado de supervisar la seguridad de los penales federales cuando El Chapo Guzmán se fugó por primera vez de una cárcel de máxima seguridad (Puente Grande) en 2001.

La llegada del PAN a la Presidencia de la República no afectó demasiado sus planes. En marzo de 2002 el dirigente nacional priista Roberto Madrazo Pintado lo hizo coordinador de asuntos jurídicos del PRI. Nuevamente, se llevó consigo a una de las hermanas Ortega Rivas: a Rossana del Carmen le tocó ser su asesora en la estructura nacional del PRI.

El propio Madrazo impulsaría a Miguel Ángel para ser diputado federal en 2003. Más tardó en llegar a las instalaciones del Palacio de San Lázaro que en cumplir una tarea: desde el primer día (1 de septiembre) Sandra y Rossana fueron contratadas. Ambas como asesoras en la Cámara de Diputados.

Sandra no duraría demasiado en el ambiente legislativo. Se fue de avanzada al ISSSTE: en agosto de 2004 fue designada delegada regional en el DF. Ya habría oportunidad de reencontrarse.

Por su parte, Yunes marcaba su camino hacia las intentonas por ser gobernador de Veracruz: en enero de 2005 dejó de ser diputado para ser designado, esta vez por Vicente Fox, subsecretario de Seguridad Pública.

Tampoco esta vez llegó solo: Rossana Ortega Rivas fue ungida como directora de área en esa Secretaría el mismo día en que Miguel Ángel tomó su nueva encomienda.

Faltaba sólo un paso para que los tres se reencontraran de nuevo. La fecha fue el 1 de diciembre de 2006: Miguel Ángel tomó la dirección general del ISSSTE, Sandra se mantuvo como delegada regional del instituto y Rossana se hizo cargo de Turissste.

El del bicentenario, en efecto, fue un año de ensueño para Omar Yunes: como no había ocurrido en años anteriores, su fortuna creció a un ritmo sostenido.

En algún momento, Omar consideró que sería una buena idea constituir empresas en España. Contactó con Rufino Arce Foncueva, un abogado especializado en crear compañías en la ciudad de Oviedo y, luego, ya constituidas legalmente, venderlas a quien las necesitase.

En algún momento, Omar consideró que sería una buena idea constituir empresas en España. Contactó con Rufino Arce Foncueva, un abogado especializado en crear compañías en la ciudad de Oviedo y, luego, ya constituidas legalmente, venderlas a quien las necesitase.

Y ese alguien que las necesitaba era Omar Yunes Márquez. Así que el joven empresario mexicano apenas arrancó 2010 habló con el abogado español y acordó comprar cuatro empresas, todas ellas domiciliadas en esa ciudad asturiana:

Vault Investments Sociedad Limitada
Nero Investments Sociedad Limitada
Maximilian Investments Sociedad Limitada y
Feles Investments Sociedad Limitada

Arce Foncueva había creado las cuatro empresas el 18 de enero de 2010. A todas las dio de alta con una misma dirección: calle Suárez de la Riva 2, piso 1 izquierda, en Oviedo.

Las firmas, según consta en los registros legales, se dedican a la construcción, edificación y ejecución de toda clase de obras, públicas o privadas, así como al suministro y venta de materiales, instalaciones en general y demás actividades que sean complementarias de la industria de la construcción.

De acuerdo con el registro empresarial de Asturias, el socio único de las cuatro empresas era Rufino Arce. A él se le sumaba José Luis Antuña como administrador único de las empresas.

De acuerdo con el registro empresarial de Asturias, el socio único de las cuatro empresas era Rufino Arce. A él se le sumaba José Luis Antuña como administrador único de las empresas.

El 17 de marzo de 2010 se produjo un cambio: Omar Yunes Márquez apareció como socio único de las cuatro empresas, según consta en la página 16254 del Boletín Oficial del Registro Mercantil de España, consultado este mes de mayo por emeequis.

Ese día Rufino Arce salió del escenario y Yunes, abogado graduado en el ITAM, tomó su lugar. Lo siguió acompañando, y lo hace hasta la fecha, José Luis Antuña como administrador único.

Todo conduce al bicentenario. La compañía Yandai SA de CV se estableció también en 2010, buen año para los franquiciatarios de la cadena Sushi Itto, en especial para Omar Yunes.

Yunes Márquez aprendió a expandirse rápidamente: primero en Veracruz, luego en Puebla y más tarde en la Ciudad de México.

Hoy es considerado como uno de los mejores franquiciatarios de esa cadena y posee 13 restaurantes de Sushi Itto, todos agrupados en Yandai SA, empresa de su propiedad con dirección en el piso 15 de Paseo de la Reforma 300, Ciudad de México.


Argumentó que justo esa actividad empresarial y la bonanza económica aparejada echaban por tierra las especulaciones sobre el origen de la fortuna de su hijo Omar.

Sólo que no tomó en cuenta dos elementos que debilitan su argumento: Yandai SA se creó en 2010, según quedó registrada en el sistema de información empresarial de la Secretaría de Economía. Hace seis, no 19 años.

Un aspecto más: cada franquicia de Sushi Itto requiere una inversión inicial de entre 320 mil y 380 mil dólares, según la empresa que es propietaria de la marca.

Así que para reunir esos 13 establecimientos, Omar Yunes ha tenido que gastar entre 4.1 y 4.9 millones de dólares (aproximadamente 88 millones de pesos) en un sexenio.

El ritmo de desembolso de dinero ha sido frenético.

La coincidencia entre el paso de Miguel Ángel Yunes Linares por la dirección del ISSSTE, gestión marcada por las irregularidades detectadas por la Auditoría Superior de la Federación, y el boom de negocios de su hijo ha llamado la atención de analistas y conocedores de las aristas de corrupción que marcan la política en México.
Aquí hay una evolución patrimonial muy difícil de explicar, por más buen empresario que este muchacho sea. Sí es muy difícil de explicar ese tamaño de fortuna, ¿no? Sobre todo, si antes de 2010 no existía esa fortuna. Entonces, pues sí está difícil de explicarla, ¿no?.

Presidenta del consejo rector de Transparencia Mexicana, María Marván es una de las impulsora de que la ley obligue a los funcionarios públicos a presentar lo que se conoce como 3de3: declaración de intereses, declaración patrimonial y declaración fiscal.

El apetito por hacer negocios y comprar inmuebles no sólo se concentró en el extranjero. El 2 de marzo de 2010 Omar Yunes adquirió una propiedad más en Polanco, una zona de alta plusvalía, que combina las señoriales casonas de inspiración porfiriana con modernos desarrollos corporativos de alta gama.

En esa zona es donde Omar Yunes coloca la atención. Así que ese día cerró la transacción mediante la cual se convirtió en dueño de un amplísimo penthouse de 437 metros cuadrados, en el edificio marcado con el número 708 de la calle Cicerón, en la colonia Chapultepec Morales. El notario 102 atestiguó que Omar pagó 4 millones 496 mil pesos.

Pasaron varios meses antes de que se desatara una espiral de acumulación de nuevas propiedades en las que el hijo de Miguel Ángel Yunes hizo un uso a discreción de su chequera.

La vorágine a la hora de comprar tuvo un nuevo episodio que consta en los documentos oficiales del Registro Público de la Propiedad de la Ciudad de México consultados en mayo de este 2016 por ‘emeequis’.

El 14 de julio de 2011 adquirió una casona sobre un terreno de 600 metros cuadrados ubicado en la calle de Horacio 1110, en Polanco. Pagó 14 millones 950 mil pesos por el inmueble. Dos meses después cubrió otros 10 millones 100 mil pesos para comprar también en Polanco la casa ubicada en Calderón de la Barca número 27. El folio con el que quedó registrada la transacción es el 1368748.

Pasaron dos años hasta que el furor de Omar Yunes por comprar propiedades en Polanco se desató de nueva cuenta en 2013. En diciembre de ese año vio pasar frente a él una oportunidad suculenta y se animó: compró cinco departamentos de lujo del edificio ubicado en Horacio 1119. Un buen ‘deal’, como él diría.

Tuvo que pagar 47 millones 200 mil pesos en total. Y de un solo golpe se convirtió en el flamante dueño de cinco condominios: mil 347 metros cuadrados en una de las zonas de más plusvalía del país.

Con esta operación cerraba una racha imponente de compra de inmuebles: en seis años (2007-2013) adquirió dos condominios, tres casonas, un terreno, tres penthouses, dos grandhouses. Un pequeño emporio inmobiliario.

Con información de 'emeequis'
Leer texto y documentación completa en:
http://www.m-x.com.mx/2016-05-22/la-bicentenaria-fortuna-de-omar-yunes/






NOSOTROS

Periódico digital en tiempo real con información preferentemente del Estado de Veracruz México


NOSOTROS

Periódico digital en tiempo real con información preferentemente del Estado de Veracruz México