Decenas de familias de comunidades rurales sobreviven del consumo y venta de hongo seta, así como de cultivos de hortaliza, debido a la falta de empleo y recursos para invertirle al campo.

En comunidades como La Rosa, Palo Verde, El Nicho y Chicahuaxtla la situación económica que enfrentan las familias es tal, que al no haber fuentes de empleo, las familias sobreviven únicamente de lo que producen.

“El hongo seta es un cultivo que nos vino a salvar un poco la economía. La gente carece de dinero, no hay manera de ganárselo, entonces cuando se cultiva el hongo una parte se vende y otra se consume”, precisó Victorino Sánchez, productor de hongo.

Dijo que en estas comunidades cerca de 60 productores siembran y cosechan en temporada de lluvias rábano, quelites, chícharo, haba, frijol y maíz, peor hasta el momento el único cultivo que ha servido para allegarse de un poco de dinero ha sido el hongo seta.

“La gente aprendió a cultivarlo en el 2010 y de ahí para acá ya hay quienes lo venden en Mendoza y Orizaba. Lo buscan para restaurantes y es donde se vende y se le gana un poco porque allá en las comunidades no circula el dinero, ni tiendas hay”, señaló.

Indicó el productor que quien no cuenta con un vehículo para desplazarse debe pagar servicio de transporte mixto rural, y para ello se debe tener dinero, pues de otro modo no se puede hacer gran cosa: “es como tener vehículo y no tener dinero para comprar gasolina”.

Ahora con la producción de Hongo Seta, cultivado por familias rurales de este municipio se pretende mejorar sus condiciones económicas y sacarlos de la pobreza, pues ciertamente en estas comunidades poco circula en dinero efectivo.

En seis años de producción del hongo se cuenta ya con la participación de 170 personas de diversas localidades, sin embargo, en estas latitudes siguen solicitando apoyo para la producción de aguacate Hass, que ya ha empezado a dar buenos resultados en la zona de Palo Verde.