Inepto, violento y paramilitar. Esos fueron los adjetivos más decorosos de todos cuantos le endilgaron hoy al alcalde Marco Cancino González habitantes de San Cristóbal de Las Casas, en Chiapas, quienes pidieron su renuncia. Además, exigieron el encarcelamiento de Narciso Ruiz Sántiz, líder de la Asociación de Locatarios de Mercados Tradicionales de Chiapas (ALMETRACH) y de transportes pirata, organización identificada por actuar como un grupo paramilitar al servicio del edil.

Los pobladores liberaron el bloqueo carretero que mantuvieron desde el inicio del conflicto magisterial hasta hoy. Pero tomaron las oficinas municipales y trasladaron hacia ahí el campamento, por tiempo indefinido, hasta la resolución del conflicto.

La de esta mañana fue la tercera protesta ciudadana en contra de Cancino, en 30 días, y una más de las varias que ha merecido a largo de su gestión. De hecho, la historia de la desaprobación ciudadana contra el actuar del presidente municipal viene de más lejos.

TROPELÍAS

Marco Cancino ganó la alcaldía el año pasado, postulado por el Partido Verde, en medio de unas elecciones locales ensuciadas por un evidente dispendio en favor de los candidatos del partido del gobernador Manuel Velasco. Menos de diez meses después, hoy por la mañana, fue declarado “enemigo público número uno” de San Cristóbal de Las Casas, por la Asamblea Popular Regional de los Altos de Chiapas (APRACH), organización que reúne a representantes de buena parte de las casi 400 colonias, comunidades y barrios que componen ese municipio, y que fue creada, en buena medida, para hacer frente común a las acciones delincuenciales de los grupos paramilitares identificados con Cancino.

La lista de desatinos, tropelías y dislates en que se ha visto envuelto el alcalde son legión. Un listado no exhaustivo incluiría: 1. La creación (inconstitucional, por violar el Estado laico) de un Instituto de Fe, bajo la responsabilidad de un ministro evangélico. 2. El asesinato a balazos del maestro Juan Carlos Jiménez Velasco, quien defendía a 50 familias expulsadas por la Almetrach. 3. La aprobación de un reglamento municipal ilegal que limita la participación de regidores e impide a los ciudadanos participar en las sesiones de cabildo. 4. La agresión de Almetrach contra un grupo de ciudadanos reunidos para exigir la rendición de cuentas del alcalde Cancino, en la que resultó golpeada la periodista Concepción Villafuerte Blanco. El director de Policía observó el hecho a unos pocos metros, pero más que impedirlo pareció verificar que el ataque tuviese lugar. 5. La opacidad con que fue donado el Palacio Municipal a Gobierno del Estado, para un museo de quien ninguna autoridad es capaz de dar un informe razonable. 6. Las constantes omisiones, cuando no abiertas violaciones a los derechos de los pobladores de diversos barrios y colonias (Cuxtitali, Colonia Maya, Santa Catarina, entre otras). 7. La ausencia de políticas públicas que delatan algunas ocurrencias como el programa “Escoba Feliz” que regala escobas, y el obsequio (en una ocasión) de huevos a familias de escasos recursos, para “contribuir” a la alimentación de sus hijos. 8. El desalojo violento del bloqueo carretero que mantenían en protesta pobladores y maestros, apenas la semana pasada, cuando un grupo de indígenas chamulas irrumpió con exceso de violencia e incluso armas de fuego. La policía no solo no intervino, sino que protegió en todo momento a los agresores (el video circula en Internet), algunos de los cuales fueron identificados como integrantes de Almetrach.

En esa última ocasión, por cierto, la periodista Denise Maerker entrevistó al alcalde Marco Cancino, quien no pudo justificar ni ocultar los hechos, lo cual causó la indignación de varios sectores de la ciudadanía que hasta entonces se habían mantenido al margen de los movimientos sociales en contra del edil.

Dos días después del desalojo, alrededor de 3 mil ciudadanos salieron a la calle con una exigencia: la renuncia del presidente municipal.

AYUNTAMIENTO AVESTRUZ

En el mitin que tuvo lugar hoy tras la toma de las oficinas municipales, la ciudadanía se manifestó a favor del diálogo y solicitó la presencia de algún representante del gobierno estatal, para pedir la destitución de Marco Cancino como alcalde de San Cristóbal.

No obstante, a pesar de la multitud de focos rojos encendidos en todo el estado y del reciente hecho que tiñó de sangre a San Juan Chamula ––a menos de 10 km de San Cristóbal de Las Casas–, donde su edil y otras cuatro personas perdieron la vida, hasta el momento de redactar esta nota, ningún funcionario del gobierno de Manuel Velasco se había acercado para resolver el conflicto.

Lo último que se supo del munícipe fue lo que relató ayer, miércoles, el periodista local Pepe Crocker en su muro de Facebook. Temeroso de la sociedad a la que gobierna, el cabildo sesionó a escondidas en el Teatro de la Ciudad, alrededor de las 11:40 pm del miércoles: “Casi toda la sesión –escribió el periodista– giró en torno a la discusión de cómo esconderse del pueblo para no ser agredidos y cómo presionar a la prensa a revelar sus fuentes (...). Finalmente, votaron por mayoría el acuerdo que los convertirá en un Ayuntamiento Avestruz: harán las sesiones a escondidas para 'cuidar su seguridad'; es decir, se emplearán a fondo para no ser localizables”.

En tanto, el hoy declarado “enemigo público” de la ciudad continúa en funciones, rodeado de opacidad y silencio. Y la violencia sigue suelta.