Este 7 de diciembre, como cada año, Tuxpan se iluminó al encender miles de velas para seguir con la tradición del “Día del Niño Perdido”, festividad que ha sido adoptada por diversos municipios de la región norte del estado, pero que sin duda en la ciudad, ha sido una de las que en los últimos años en lugar de perderse ha tenido más fuerza.

En esta fecha, todas las calles, aceras, bardas, viviendas, y demás se iluminan con las velas que se colocan para continuar con la celebración que data desde 1757, ya que nace del texto bíblico en el Evangelio de Lucas “y María y José con el niño Jesús...todos los años iban a Jerusalén para la fiesta solemne de Pascua, y de regreso a Galilea, a su ciudad de Nazareth advirtieron que no venía con su comitiva buscándole entre parientes, conocidos, más no lo hallasen, retornando a Jerusalén, en busca suya y al cabo de tres días de haberle perdido le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores que ora les escuchaba, ora les preguntaba y cuantos le oían quedaban pasmados de su sabiduría y sus respuestas. Al verle sus padres se quedaron maravillados... en seguida se fue con ellos”.

Pero esta celebración no es exclusiva de Tuxpan, ya que también se realiza en varias parte de la zona norte como Poza Rica, Papantla, Gutiérrez Zamora, Tamiahua, Alamo Temapache, Alazan-Potrero del Llano, Cerro Azul y Naranjos.

Este 2016 no fue la excepción, ya que a partir de las 7 de la noche, en Tuxpan se realizó el encendido de velas colocadas por la gente del pueblo, que iluminan las calles; velas que encienden para recordar este pasaje e iluminar el camino de Jesús y ayudarle a regresar a casa.

La noche, explica el autor, toma otra dimensión con las formas, colores, tamaños y texturas de los múltiples “carritos” elaborados con cajas de cartón y son catalogados en clásicos y modernistas, mismos que los entusiasmados niños, acompañados de sus padres pasean en todos los rumbos de la ciudad, que es precisamente esta noche, iluminada en su totalidad con una vela pequeña que es significativa este día.

Ante ello, con días de anticipación en instituciones educativas se incentiva a los alumnos de preescolar y educación básica a echar a bolar la imaginación y crear estos vistosos juguetes.

Este día, también los autoridades para continuar con la tradición realizan un concurso de carritos, que además son exhibidos en la Avenida Juárez que año con año se cierra para que padres e hijos puedan tener una sana convivencia.

Ante el arraigo de esta festividad en el municipio, se colocan las velas desde el “Callejón del Niño Perdido”, escultura precisamente dedicada a esta fecha que ha sido una de las más significativas de esta ciudad, y es a partir de aquí, que se encienden las primeras velas a los pies de la escultura dedicada a esta festividad, dando paso al encendido de estas en todas el primer cuadro de la ciudad, lo que hace que esta tradición siga viva.