La prensa veracruzana de luto, por la partida de uno de los más queridos personajes de todos los tiempos entre periodistas y foto-reporteros, se fue el famoso “Negro” José Antonio Montenegro, generoso en la amistad y más en el compartir de su experiencia con todos en las labores informativas.

Rey del Carnaval emblemático, y en toda una época el líder natural de todos los periodistas sin excepción en estos lares.

Entre muchas anécdotas, va aquella en una de las primeras misiones informativas, en el profundo recuerdo cariñoso al amigo y compañero Montenegro yde quien esto escribe, cuando se iniciaba como reportero en el periódico el Universal de Veracruz, y acudimos cumplir con la orden de trabajo de asistir al aniversario luctuoso del líder agrario Alfredo V. Bonfil en la Antigua.

En la aventura que se iniciaba en el periodismo, en una entrevista con el líder cañero de ese entonces, don Roque Spinoso Foglia, ante la novatez del joven reportero, Montenegro de inmediato salió a buscar a la caballería –en la metáfora—y regreso rápido con el jefe de información Primitivo López, para salvar el difícil momento con el dirigente número uno en ese entonces en el campo mexicano.

José Antonio Montenegro, luego también fue muy cercano con el profesor Luciano Constantino, en la dirección del periódico el Universal de Veracruz, y fue el promotor que impulsó el acto de reconocimiento al profesor Alfonso Valencia Ríos, “voy porque tú me lo pides, y si veo a un político en el evento me retiro”, fue la respuesta cariñosa del Profe al Negro Montenegro, que simplemente fue un personaje entrañable, querido y respetado por todos sus colegas, y jamás un conflicto o problema con nadie.

En las mañanas era clásico asistir al café de la Parroquia en el centro para rodear en una mesa al profesor Alfonso Valencia, el Negro Montenegro llevaba la plática y era prácticamente el jefe de todos los reporteros y fotógrafos junto al periodista número uno del momento, que leía siempre callado, mientras el grupo se la pasaba en las largas charlas de café, hasta que aparecía algún candidato para la entrevista en voz del profesor Valencia.

José Antonio Montenegro, quien siempre mostró orgullo por su Tierra Blanca querida, supo ganarse el cariño y el respeto de sus compañeros con su voz pausada nunca falta un “oye mi loco”o un chacho tonto”, que puso de moda entre los colegas Abdón Almanza, como una muestra de corrección a quien se equivocaba en algo o simplemente en el lenguaje coloquial “metía la pata. QEPD.

En otro asunto, el nivel de intolerancia de los grupos radicales en contra del mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador, crece en violencia, en intensidad de ir en contra del avance democrático nacional.

Lo grave, es que se radicalizan hasta los medios de comunicación en forma generalizada, y se tiene que hacer algo porque el presidente AMLO está bajo ataque constante y permanente desde el inicio de su gobierno.

La democracia, muchos parecen no entenderla, otros son parte de lo que se fue y añoran riqueza y privilegios, otros son como monitos cilindreros, que alguien les paga en el manejo para su actuación, y para aparecer encapuchados en las marchas o manifestaciones, para hacer desmanes, destrozos y atacar a los representantes de los medios informativos.

El jueves en la rectoría de la UNAM, una protesta normal por las demandas de la lucha de género de los estudiantes, de inmediato aparecieron agresivos y violentos, los anarquistas que se “cuelan” con sus palos, pintas y acciones de destrucción, ahora atacaron a la biblioteca, saquearon libros y fueron los propios auténticos estudiantes que los regresaron a su lugar de origen formando una cadena humana.

En el edificio emblemático de la rectoría de la UNAM, los famosos encapuchados muy agresivos y violentos, cada vez más aumentan la intensidad de gravedad de sus acciones de destrucción de las áreas públicas y privadas en los eventos de protesta en donde aparecen, y no se les ha podido marcar un alto.

En un comunicado de prensa la rectoría de la UNAM, informó que se van a denunciar los hechos para que las autoridades de la fiscalía del gobierno de la ciudad de México, aplique la ley a los responsables.

Por lo pronto, de todos lados se dan muestras de la intolerancia radical en contra del gobierno de la Cuarta Transformación, en donde simplemente se trata qué desde el inicio del mandato de AMLO, se le ha declarado una guerra sin tregua de los grupos que han resentido su derrota y que no la aceptan.

Otros, como el senador panista Gustavo Madero, mostró su arrepentimiento y pidió perdón por perder la cordura en el momento de toma de protesta de la presidenta de la CNDH, Rosario Piedra Ibarra, una mujer de lucha en las causas de desaparecidos y al parecer los miembros prominentes de la derecha, no le aceptan quizás no tiene abolengo de apellidos de la alta burguesía, tampoco es dama de la alta sociedad, pero sí se le reconoce entre propios y extraños como una luchadora social, a la que ahora le pretenden endilgar colores partidistas, cuando en este país, es parte de un derecho humano votar y no es delito pertenecer algún partido político, y menos cuando nunca se le ha vista de operadora electoral, que eso es distinto.

Los que enturbian el ambiente político, y tratan de generar escenarios ficticios –como diría Sun Tzu -en el Arte de la Guerra- para tratar confundir al enemigo, es que aquí no hay enemigo, pero ese término es el que tácitamente le aplican muchos miembros de la derecha reconocidos por el dolor de la derrota que no asimilan, no superan y por lo mismo son peligrosos.

Pero tampoco, entienden la política de humanismo y superación de las adversidades que dejaron los que se fueron del gobierno actual, que busca pacificar sin guerra, sin conflictos y confrontación, pero los de enfrente no entienden la filosofía del amor y paz.

Se comenzó el puente del buen fin, el más largo del año, en estos lares con el clásico norte, para que salgan a relucir chamarras, abrigos y gabardinas, sombreros, gorros y bufandas, hasta los guantes para el frio, y por las noches las cobijas y cobertores de olor a naftalina, queambientan los lugares gélidos que a la gente del trópico un norte con el viento y las bajas temperaturas, ponen a temblar.

Y más aún, cuando los que piensan en el consumismo y no tienen dinero, afilan las tarjetas de créditos y débito, para aventarles la estrepitosa carga de gastar el aguinaldo, cuando aún no se tiene, pero las pantallas, celulares, estufas y refrigeradores, más la ropa para navidad y año nuevo, son la causa de gastar hasta lo que no se tiene.