2017-05-22 | 21:38:46

Vivió en carne propia la inseguridad cuando en un intento por secuestrarlo, le mataron a su hijo

• Lo conocen como “El Campirano” y hoy busca ser alcalde de Las Vigas

• El éxito está en hacer las cosas con amor y dedicación, el lo ha hecho y hoy genera cientos de empleos en Xalapa y la región

Magda Zayas Muñoz @magzamu

¡Estamos hasta la madre! fue el grito desesperado de José Carlos Antolin Hernández Marín, cuando frente a palacio de gobierno gritaba consternado pues “unos malditos delincuentes”, le mataron a su hijo de 16 años; la mirada perdida, la voz cortada, aguantando el llanto y la impotencia mientras frente a palacio bajaban el ataúd del menor, para exigirle justicia al entonces GobernadorJavier Duarte de Ochoa, pero la indiferencia fue la respuesta.
Hoy, a un año 2 meses de aquel trágico día, el más terrible de su vida, Hernandez Marín, vive con el pesar que oprime su pecho “perder un hijo es el peor dolor, no se lo deseo a nadie, pero hoy muchos veracruzanos nos enfrentamos a esto”; la tristeza e impotencia se agrava con la impunidad, pues hasta el día de hoy no hay pista alguna del paradero de los asesinos, pero además a ello se suma, el peor de los escenarios, el de la difamación, pues con el fin de minimizar lo ocurrido las propias autoridades divulgaron “que seguramente andaban en malos pasos y por ello les pasó eso”; difamar a quien ya no se puede defender es la peor bajeza y lo han vivido miles de ciudadanos que aunado a perder a un ser querido han tenido que lidiar con la revictimizacion.
Carlos Antolin, es propietario de “pollos campirano”, pero nada le ha sido fácil, desde pequeño entendió que, para tener algo en la vida había que trabajar; cuando era pequeño su madre vendía pollo destazado, de ahí que incursiono en éste oficio y entonces se dijo “venderé pollos al carbón, haré los mejores pollos y seré el mejor vendedor de pollos”; actualmente genera cientos de empleos, se ha extendido por la ciudad capital y la región con diversas sucursales y eso fue lo que orilló a unos delincuentes a quererlo secuestrar para arrebatarle lo que con mucho sudor y esfuerzo se ha ganado.
Aquel 12 de marzo de 2016 cuando intentarlo privarlo de su libertad, su hijo les aventó el coche y lo salvó, pero le quitaron la vida; hoy “El Campirano” cómo es conocido, es candidato a la alcaldía de Las Vigas de Ramírez, Veracruz -de donde es originario- por el partido Nueva Alianza y cuando, quien esto escribe, le cuestiona porque incursionar en la política, responde sin titubeos que es la única forma de contribuir al cambio.
“Va por ti hijo” dice y mira al cielo, mientras asegura que desde la alcaldía -si la ciudadanía lo apoya con su voto- pondrá un granito de arena para combatir la inseguridad y la impunidad, pero además tratará de generar mejores condiciones de vida para las familias de aquel municipio, pues el empleo y las oportunidades -dice- son el mejor remedio para erradicar los vicios que llegan con la ociosidad o falta de oportunidades.
“Yo trabajé desde niño; quise ayudar a mis padres y luego a mis hijos y me mataron a uno de ellos”; sabe que como él, millones de veracruzanos enfrentan una situación similar y “no podemos cruzarnos de brazos, no podemos ser indiferentes ante el dolor de los demás”. Hace una pausa, toma un sorbo de café, gesticula y contiene el llanto y a continuación expresa “hoy mi hijo es mi Ángel, mi héroe y el me motiva a seguir luchando y a ser parte del cambio”.
Las Vigas es un municipio con 42 comunidades y con una población cercana a los 16 mil habitantes, donde pocas familias viven del campo, pues no hay incentivos para ello, lo menos dedicados a la ganadería, pero la mayoría se desplaza a Perote o Xalapa para laboral, es decir es un municipio exportador de mano de obra, cuando deberían de quedarse ahí en su municipio, pues hay mucho por hacer y además cuenta con posibilidades de asentar empresas que puedan emplear a los vigueños.
El Campirano, ha recorrido casi la totalidad de las comunidades y asegura que se ha identificado con las miles de familias, pues en su mayoría saben que solo trabajando se logran los sueños y lo único que resta es generar las oportunidades y las condiciones para que existan demanda de mano de obra. Hoy camina con la inspiración de su hijo, pero si los votos no le favorecen el seguirá asando pollos “porque yo no vivo de la política, ni viviré de ella”.
Dice que en la política hay de todo y aunque el no tiene maestría, ni doctorado, sabe que la mejor escuela es la de la vida y cuando se cuenta con valores, principios y una historia de lucha y constancia, “ difícilmente uno se puede corromper”. El es “El Campirano” y va por su hijo, va por miles de familias que ante la indiferencia de las autoridades han sido doblemente lastimadas.
AGENCIA IMAGEN DEL GOLFO