Habitantes de las comunidades de Necoxtla y La Cuesta viven bajo el temor de que en esta temporada de lluvias las laderas del cerro se reblandezcan y con ello el riesgo de la caída de grandes piedras similares a los derrumbes ocurridos en 2010 y 2012.

Familias que habitan las orillas del tramo carretero La Cuesta-Noecoxtla señalan que el riesgo siempre ha existido pero es en esta temporada de lluvias que a lo largo de 9 kilómetros se registran derrumbes moderados cuando las laderas del cerro acumulan más agua de la que pueden desechar.

“Los pasados gobiernos metieron tubos de pvc en las caras del cerro para desfogar el agua, pero es más lo que llueve que esos tubos filtran poca agua a las cunetas”, señaló el ex agente municipal de Necoxtla Cenobio Hernández Rojano.

En estas comunidades, pero principalmente las familias que viven al píe de la carretera la cual fue trazada hace más de 50 años se tiene el mayor temor pues en la zona atraviesa una falla geológica y hay antecedente de derrumbes, deslizamientos de ladera y hundimientos.

No obstante al hecho, en el citado tramo no existen anuncios preventivos, ni luminarias, de ahí que el riesgo durante las lluvias es que se derrumbe una parte de la ladera o caiga una piedra de grandes dimensiones con la capacidad de rodar y causar graves estragos.

Es de recordar que para retirar las piedras que en dichos años rodaron por la ladera y cayeron al pie de la carretera fue necesario quebrarlas con un taladro hidráulico y afortunadamente no dejaron victimas que lamentar, aunque una de estas quedó en el patio de una familia de la Cuesta.

Hernández Rojano hizo un llamado a la SCT para que otorgue señalamientos preventivos sobre zonas de derrumbes y la posibilidad de barras de contención con “fantasmas” para zona de niebla.

Con el antecedente de caída de piedras de colosal tamaño, los conductores y lugareños han dado aviso de que este fin de semana cayeron piedras del tamaño de un puño de las laderas y barrancas que escoltan el paso de la carretera.

“Han caído varias piedras desde que arreciaron las lluvias, unas del tamaño de una pelota de béisbol pero ninguna le ha pegado a nadie, ni queremos que pase por eso pedimos a las autoridades que revisen los caminos y los cerros”, señaló González Salvador.

Justo en el kilómetro 8+900 de la carretera, el ex representante de la comunidad dijo que se podría instalar maya ciclónica en una pendiente donde existe el riesgo de caída de piedras o mínimo que el Ayuntamiento instale letreros donde es común la caída de estas.

La carretera Ciudad Mendoza-Necoxtla, la escénica Nogales-Pico de Orizaba y la Tecamalucan-Atzompa son las vías de comunicación más afectadas por la temporada de lluvias, que hoy en día continúan registrando derrumbes.

En todas se han registrado deslaves, hundimientos y caída de rocas debido al paso de una falla geológica que afecta el sistema de montaña, recordó Francisco González Salvador.

De acuerdo al ex agente municipal, en la carretera Ciudad Mendoza-Necoxtla los derrumbes continúan, mientras que el socavón que se formó desde hace dos años no ha sido atendido por las autoridades federales ni estatales, justo en la entrada al municipio de Soledad Atzompa.