2015-07-02 | 21:35:26

Don Jacobo Zabludovsky, se mantuvo estoico ante el paso de los años, después de ejercer por más de tres décadas el poder más elevado en este país en el periodismo televisivo en el que se desenvolvió con ética y cuidadoso hacia todos sus colegas periodistas a los que defendió hasta con su pluma en prenda ante el poder inmenso de un gobierno que en esa época disfrutaba de ejercer la censura y el control de la información con grado extremo.

Conductor del noticiero 24 Horas y fundador de la primera cadena de televisión mundial ECO como un impresionante sistema de noticias en el orbe con el mayor número de corresponsales hasta en los lugares más apartados del planeta.

Compartió una histórica transmisión en vivo vía satélite junto al licenciado Miguel Alemán Velasco desde la NASA en EU y en toda una época entrevistó a los personajes más reconocidos en el mundo desde Salvador Dalí y jefes de estado.

Se mantuvo equilibrado ante el avasallante poder de los noticieros de televisión, fundados por él en México, acorde a los fundamentos norteamericanos que aplicó en el primer noticiero televisivo en México.

Todos los actuales comunicadores exitosos de la televisión en México, formaron parte del legado de su gran escuela formada a lo largo de muchos años primero en Telesistema Mexicano y después en Televisa, en donde se desempeñó como director de noticieros, hasta que se despidió el 30 de marzo del año 2000, cuando el dueño de la televisora no le permitió dejar en su lugar a su hijo Abraham, motivo por lo que ambos padre e hijo, renunciaron al gran poder de la televisión para iniciar ambos una nueva carrera en otros medios informativos.

Abogado egresado de la UNAM, escribió su columna periodística en donde abordaba los temas políticos de actualidad, acordes a su gran sensibilidad.

Recientemente en la Universidad Veracruzana desde de la Facultad de Comunicación lo propusieron candidato al doctorado honoris causa desde la Junta Académica de la Facico y retiraron la propuesta, cuando algunos infaustos protestaron, pero ni ellos sabían que el licenciado Zabludovsky, no aceptaba homenajes de ninguna clase y sólo aceptó la medalla del congreso mexicano y dar una conferencia en su natal barrio deLa Merced de la capital del país en donde lloró por la emoción de recordar su infancia y la pobreza con la que vivió junto a su familia.

Muchas anécdotas de quien esto escribe junto a este gran personaje del periodismo en donde en alguna época se desarrolló el modesto cargo de corresponsal en esta entidad para los noticieros de Televisa, esto a principios de los ochentas en donde desde Veracruz se informaba de todos los acontecimientos con los que en varias ocasiones de abrió el noticiero con la nota más importante del día para todo el mundo.

Los crímenes de varios personajes en esa época eran las notas que se daban en el noticiero de don Jacobo, con el que en varias ocasiones incluso se dio la noticia en vivo al aire.

En las visitas esporádicas a la capital del país se saludó personalmente en sus oficinas al licenciado Jacobo, quién ejercía una verdadera política de puertas abiertas.

Se le recuerda por la transmisión en vivo de los daños ocasionados por el temblor del 19 de diciembre de la ciudad de México. Y que se tuvo la oportunidad de saludarle al día siguiente en donde firme trabajando al frente de todo su equipo en otro edificio, porque el sismo derribó algunas instalaciones.

En una ocasión, ofreció al corresponsal de Televisa en Veracruz, enviarlo de corresponsal extranjero a Honduras o a Denver en EU, cuando las amenazas desde el gobierno de Agustín Acosta Lagunes, iban en aumento por el manejo de la información, diría don Jacobo, “tienes que salir del estado, Veracruz está muy caliente”, mientras que don Miguel Alemán, definía otra decisión “que no corra porque lo alcanzan”. Gracias a estos dos personajes, seguimos en la brega diaria.

Descanse en paz don Jacobo Zabludovsky, su trabajo en la televisión fue incólume y ético, a pesar de que desde el poder oficial tampoco escapó a los férreos efectos de la censura. Así las cosas.