miércoles, 01 de mayo del 2024
 
Por Rafael Arias
Columna: Mutatis Mutandis
Sigue más hambre y pobreza en Veracruz
2015-02-27 | 09:51:27
Preocupante, el aumento de limitaciones y sacrificios
de la población en general.
La información oficial federal lleva directamente
a esa conclusión. Basta interpretar correctamente,
lo que se dice y hace; entenderlo desde otra
perspectiva y en toda su magnitud. Imprescindible,
para no confundir lo importante con lo urgente, y
mejorar capacidad de respuesta y previsión.
Esto es, ir más allá del reconocimiento justificado
o no, del inmediatista cumplimiento burocrático
de algunas metas y objetivos de programas asistenciales
oficiales, para constatar lo que significan
y a lo que obligan o convocan a hacer.
Se incorporan más de 96 mil familias pobres
Por lo pronto, se asegura que 843 mil 102 familias
reciben apoyos oficiales; y se sabe que, salvo otra
información, Veracruz ocupa primer lugar en beneficiarios
del programa OPORTUNIDADES,
hoy denominado como PROSPERA.
Sin duda creció en los últimos años la cobertura
asistencial y supuestamente temporal del programa;
y eso que, al mismo tiempo, se reconoce que
todavía no se atiende y cubre toda la población en
tan desafortunada situación.
Luego entonces, hay que destacar que la pobreza
sigue aumentando y que la novedad es que ahora
sin rubor ni limitación, se reconoce la existencia
de uno de sus extremos: el hambre, que junto con
la inseguridad se han hecho tan inocultables como
prioritarios.
Destacan, de reciente información oficial
difundida, entre otros aspectos, los logros alcanzados:
“… se han incorporado 27 mil 933 nuevas
familias veracruzanas que cuentan con la tarjeta
SIN HAMBRE, 96 mil 26 nuevas familias están
afiliadas a Prospera, 197 mil 640 mexicanos son
nuevos beneficiarios de la leche Liconsa y hay 120
nuevas tiendas Diconsa acercando productos de
primer calidad a los Veracruzanos…”
Hay disponible, más información que comprueba,
persistencia y aumento de hambre y miseria
en Veracruz.
A propósito, ¿qué de los programas y padrones
estatales y municipales?
Y, hay que decirlo: poco o nada se menciona
de la necesidad y urgencia de atender causas y
orígenes del empobrecimiento que, debe insistirse y
repetirse, siguen sin ser adecuadamente atendidas y
modificadas: la economía no crece lo suficiente; no
se generan las nuevas fuentes de empleo necesarias
y sus correspondientes ingresos y prestaciones
mínimas; continua el deterioro de la capacidad
de compra tanto de canasta de productos básicos
como de servicios públicos indispensables.
La crisis internacional de los precios del petróleo
ha venido a mostrar, una vez más, las limitaciones
y alcances de las insuficientes y obsoletas políticas
públicas oficiales de impulso y apoyo al desarrollo
económico, empleo y bienestar social.
Indispensable integrar y coordinar esfuerzos
públicos y privados, de los diversos ámbitos de
gobierno, así como de representaciones empresariales,
laborales y sociales.
Remedio transitorio y enfermedad permanente
Así que ahora, más allá de algunos innegables
reconocimientos y temporales justificaciones por
el esfuerzo realizado, se nota la exageración discursiva,
se presume en exceso el remedio, transitorio
e insuficiente, cuando la situación misma exige y
comprueba que se podía y se puede evitar el tamaño
e intensidad de las enfermedades (pobreza, hambre
y miseria), si se atienden bien y a tiempo sus causas
y orígenes.
Y eso que se ha afirmado a diestra y siniestra,
en discursos, boletines y en publicidad pagada
que no es aconsejable fomentar el asistencialismo,
más allá de lo urgente y necesario, porque no sólo
se ha comprobado que no es la solución definitiva
sino que, en contraparte, es más bien la fuente de
indeseables e injustificadas desviaciones basadas
en el condicionamiento de acceso al beneficio de los
programas; el voluntarismo y discrecionalidad en
su orientación; y el conocido clientelismo políticoelectoral,
al que de una y mil formas se vincula.
Limitaciones y sacrificios interminables
Gobernantes y funcionarios deben cambiar y mejorar
su actitud y comportamiento en temas prioritarios,
que han llegado a límites verdaderamente
preocupantes y hasta alarmantes, la percepción
generalizada es que, ni atienden ni entienden la
magnitud y trascendencia, de múltiples y variadas
necesidades, problemas y conflictos que es su
obligación atender, enfrentar y resolver bien y en
el menor tiempo.
Algunos incluso confunden urgente con importante,
autopromoción personal con consolidación
institucional, principio con comienzo, solución con
involución, solidez financiera con deuda pública,
y rollo con desarrollo.
Excepciones aparte, el problema es que también
muchas políticas y programas públicos, se
mantienen en teoría y práctica política de más de
lo mismo, del circo de tres pistas de simulación,
entretenimiento y distracción; para seguir obteniendo
beneficios personales, pero lo mismo y
peor para la sociedad.
Voces de alerta y señalamientos vienen de todas
partes. Los reclamos no son nuevos, fervorosamente
se reproducen generación tras generación.
Abarcan diversos temas, todos ellos conectados
con la prioridad de prioridades: la vida humana
y sus condiciones.
Dichas aspiraciones o pretensiones son vitales
y por eso han sido convertidas, en buena medida,
en derechos humanos y sociales, por los cuales
se esfuerza toda sociedad democrática y por los
que luchan y reclaman los que resultan afectados,
limitados o excluidos.
Dichos derechos están vinculados, básicamente,
con aire, agua, alimentación, salud, vivienda,
seguridad, justicia, educación, empleo con salarios
dignos y prestaciones mínimas.
Lo menos que se espera, es comprensión hacia
quienes padecen limitaciones y sacrificios; y, desde
luego, oportuna y eficiente atención, por parte de
aquellos servidores públicos que están obligados
a hacerlo.
Sin embargo, lo que se repite y sucede, es la
conocida y padecida historia de siempre. Pobreza,
miseria y hambre, así como inseguridad y violencia
se presentan como obligadas alternativas de
subsistencia para las mayorías.
Inaplicado manual anticorrupción de Sedesol
Urge, actualizar con “blindaje electoral” y difundir
ampliamente éste documento federal (porque de lo
estatal no hay nada), para detener a ineficientes y
delincuentes electorales en el gobierno, que usan y
abusan de los pobres, de sus recursos y programas
sociales.
“La corrupción es, en un sentido amplio, distraer
a algo de sus fines. Corromper el Estado es alejarlo
de su función transformadora, de su obligación de
llevar beneficios a las personas, de su responsabilidad
por hacer efectivos derechos y libertades”.
Academico.IIESES-UV@RafaelAriasH
Facebook: VeracruzHoydeRafaelAriasHdez
Entradas Anteriores












NOSOTROS

Periódico digital en tiempo real con información preferentemente del Estado de Veracruz México


NOSOTROS

Periódico digital en tiempo real con información preferentemente del Estado de Veracruz México