2015-11-30 | 09:30:33

UN DÍA de agosto de este año, José Francisco Yunes Zorrilla comentaba con firmeza: “no renunciaré al PRI, no dejaré a mi partido, pero si el Gobernador impone a un candidato, no participaré; me cruzaré de brazos, que no cuenten conmigo. Pero si no soy yo y es Héctor (Yunes Landa) lo apoyó con todo, pero a nadie más, y menos si se trata de un capricho”. NOS RECORDÓ a Pedro Páramo, el cacique de Comala, el personaje de Juan Rulfo, el dueño de la Media Luna cuando agobiado por la muerte de Susana San Juan, el amor de su vida, amenazó al pueblo que no le rindió homenaje a su mujer y que, por el contrario, realizó una bulliciosa fiesta por su muerte: “Me cruzaré de brazos y Comala morirá de hambre”. ASÍ LO hizo, y desde entonces, las tierras de la Media Luna se quedaron baldías y en ruinas, se llenaron de achaques y de plagas, y la gente se consumió y abandonó el pueblo antes de morir de hambre. Otros se quedaron esperando que Pedro Páramo muriera, pero pasaron los años y él se mantenía “como un rencor vivo”, como un espantapájaros frente a las tierras de su hacienda, viendo derrumbarse todo. PEPE YUNES no es Pedro Páramo, pero su padre se asemeja mucho. Es un hombre respetado en el valle de Perote, y a un llamado suyo los municipios que integran esa región podrían cruzarse de brazos, no apoyar al PRI en la próxima contienda si Pepe Yunes es engañado, nuevamente; bastaría una orden de Don José Abraham Yunes Suárez para que alcaldes y ciudadanos beneficiados por los Yunes en esa región votaran contra el PRI y contra el candidato que postule Javier Duarte. Lo sabe el Gobernador, y por eso se hizo presente en la comida del viernes. LOS YUNES de Perote controlan, tácitamente, municipios como Perote, Altotonga, Rafael Lucio, Las Vigas, Las Minas, Tatatila, Cosautlán de Carvajal, Ayahualulco, San Andrés Tlalnelhuayocan, Xico, Teocelo, Acajete, Villa Aldama, Ixhuacán de los Reyes, Coacoatzintla, Tlacolulan, Jalacingo, y gran parte de Xalapa y Coatepec, suficientes como para hacer perder a cualquier abanderado con sólo voltear el voto. TODA ESA región registra alrededor de 200 mil sufragios, suficientes para truncar los sueños de Javier Duarte en caso de imponer a un abanderado a modo, alguien que le cuide las espaldas como él lo hizo con Fidel Herrera, pero hay un dato más: en esa zona se concentran los principales núcleos poblacionales de mayor marginación e indiferencia gubernamental, lo que ha engendrado rencores contra el gobernante en turno… HÉCTOR YUNES, también, lo ha dicho: “Esperaré los tiempos, pero si el candidato es alguien distinto a mí, sólo lo apoyaría si se trata de José Francisco Yunes, pero si busca Javier Duarte imponer al sucesor comprando conciencias y repartiendo dinero, no apoyaré a su abanderado. No renunciaré al PRI, pero tampoco le apoyaré”.
PEPE Y Héctor saben que Duarte de Ochoa podría hacer trampa, como muchas veces lo ha hecho en el actual proceso electoral y en otros del pasado, en aras de imponer un candidato a modo. Ambos han prometido, como principio de campaña, auditar a la administración duartista y proceder contra quienes hayan cometido delitos que lesionan los recursos de la sociedad, y por ello el temor y la desconfianza del Gobernante para con los Yunes, pues lo mismo ha prometido Miguel Ángel Yunes Linares. PEPE LO dijo el domingo de cara al Gobernador Javier Duarte que asistió a regañadientes al informe, a petición del dirigente Nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones: “En Veracruz hay corrupción e impunidad ‘rampante’ que ofenden y lastiman a Veracruz”. Y FUE más allá, cuando ante miles de veracruzanos provenientes de distintos puntos del Estado advirtió que seguirá trabajando por Veracruz, pero no permitirá bajo ninguna circunstancia, motivo de disculpa, ni de descuido, un posicionamiento contrario a lo que significa el bienestar de los veracruzanos, en pocas palabras, no consentirá una imposición. AHÍ ESTABA el Gobernador, Javier Duarte, los diputados Erick Lagos, Adolfo Mota y el presidente del PRI Estatal, Alberto Silva Ramos, los tres como opciones del Gobernante para la gubernatura de dos años. También Héctor Yunes Landa, y al primero le agradeció por ser siempre un factor de unidad pese a las diferencias escritas. A PESAR de ello, recordó a los acompañantes de Javier Duarte que hay actos de corrupción y abuso de poder cometidos por integrantes de la clase gobernante, y en esa materia, insistió, “se padece de una impunidad rampante que ofende y lastima por razones que no necesitan explicarse”, y les dejó en claro que en el Senado aprobaron un conjunto de disposiciones para crear un sistema anticorrupción que debe ser aplicado a quienes incurran en actos deshonestos que agravien a los gobernados. EL VIERNES pasado, tampoco hubo ni “destape” ni “unidad”. La comida que ofreció ese día José Francisco Yunes Zorrilla en el rancho “San Julián” –propiedad de su padre José Abraham Yunes Suárez- fue, simple y llanamente, un convivio de amigos, un pulso que demostró el poder de convocatoria de Pepe, y aunque muchos deseaban ver una señal, una actitud discordante entre los aspirantes a la Gubernatura de dos años y el Gobernador Javier Duarte que, para variar, estuvo flanqueado a la izquierda, por Manlio Fabio Beltrones, Presidente Nacional del PRI y, a su derecha –como muestreando a su “Cisne”-, Alberto Silva Ramos, y frente a ellos Pepe y Héctor Yunes que minutos antes acordaban y diseñaban la estrategia a seguir en caso de que el mandatario se salga con la suya e imponga al abanderado. El PRI, en caso de hacerlo, perdería indiscutiblemente la elección.
Al tiempo…OPINA carjesus30@hotmail.com